Homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA
En un emotivo y masivo acto sobre la calle Pasteur, AMIA renovó su reclamo de justicia y su compromiso permanente con la memoria.
Una multitud acompañó, esta mañana, el reclamo de justicia y el homenaje a las 85 víctimas fatales del atentado terrorista perpetrado el 18 de julio de 1994, en el Acto Central que se realizó frente a la sede de la AMIA, en Pasteur 633, a 28 años de perpetrada la masacre terrorista.
Con la conducción de la periodista Gisela Busaniche, el acto tuvo como principales oradores a Amos Linetzky, presidente de AMIA; Anita Weinstein, sobreviviente del atentado; y a tres familiares de víctimas fatales: Sofía Guterman, mamá de Andrea; Jennifer Dubín, hija de Norberto; y Marina Degtiar, hermana de Cristian.
“¿Cómo se explica tanta impunidad? La causa AMIA es uno de los reflejos más vergonzosos de la historia argentina. Una de las grandes deudas de nuestra democracia. Una imagen que detestamos mirar porque nos muestra un fracaso humillante”, aseveró el presidente de AMIA, Amos Linetzky al subir al escenario para compartir su discurso.
“Sigue transcurriendo el tiempo y continuamos sin avances en la investigación del peor atentado terrorista sufrido en nuestro país. ¿Cuándo fue la última vez que la Fiscalía especial, a cargo de los fiscales Sebastián Basso y Gonzalo Miranda produjo al menos una novedad en la causa? No estamos al tanto de que les hayan quitado recursos. Entonces, ¿a qué dedican sus jornadas ocupando una de las Fiscalías más grandes del país?”, interrogó Linetzky en su mensaje.
“Está clara la responsabilidad en el atentado de altos funcionarios del gobierno iraní de aquella época, como así también de miembros operativos del Hezbollah”, recordó. “Estas personas tienen pedidos de captura internacional, y no deberían poder salir de las fronteras de los países que los protegen”. “ Entre otras cosas, los Fiscales tienen la obligación de monitorear en forma permanente los movimientos de los acusados que tienen pedido de captura internacional. Cuando abandonan el territorio de Irán y El Líbano, deberían ser arrestados. Sabemos, hemos visto todos, que varios de los acusados viajan libremente por distintos países”, denunció.
DISCURSOS POR LA JUSTICIA Y LA MEMORIA
Con el estremecedor sonido de la sirena, el acto comenzó a las 9:53, hora exacta en que el coche bomba se incrustó y explotó contra el edificio de la AMIA. Como es tradición en cada conmemoración, se leyeron los nombres de las 85 víctimas fatales, mientras un grupo de familiares encendieron velas en su memoria.
También se colocó una rosa y se encendió una vela en homenaje al fiscal Alberto Nisman.
Al momento de subir al escenario, Anita Weinstein, sobreviviente de la masacre, compartió sus dolorosos recuerdos de la mañana en la que la AMIA fue atacada y evocó emocionada a su colaboradora Mirta Strier, con quien trabajaba en el segundo piso del edificio de Pasteur 633, y quien fue asesinada en el ataque.
“El 18 de julio fue el día en que me convertí en un blanco del terrorismo, del odio, y del fanatismo de gente que había elegido matar en vez de honrar la vida, que había elegido destruir y no construir, odiar y no amar”, sostuvo Weinstein en su mensaje.
“Me convertí en sobreviviente de un ataque terrorista considerado el acto antijudío más indignante después de la Segunda Guerra Mundial, después del Holocausto, del cual mis padres habían sobrevivido”, relató. “La bomba devastó a familias enteras y les causó daños irreparables”, continuó Anita Weinsten. “Nada de esto les importó a los terroristas que concibieron, financiaron y ejecutaron el bombardeo con la ayuda de cómplices locales. El odio, la intolerancia y las ideologías fundamentalistas guiaron sus pasos hasta Buenos Aires”, enfatizó.
A su turno, Sofía Guterman hizo referencia a los 28 años del atentado perpetrado en este lugar. “La misma cantidad de años que tenía mi hija Andrea Judith, una de las 85 víctimas del terrorismo violento e inhumano. Muy pocos años para ofrendar una vida, demasiados años sin Justicia. Llevo conmigo la vivencia de aquel día, bajo la forma de una eterna pesadilla”,manifestó mientras compartió con los presentes “la pena sin fondo” con la que convive por la pérdida de su hija, y el dolor que siente al ver “su silla siempre vacía” y por no poder oír más sus risas.
“Siento indignación por la falta de justicia”, aseguró Sofía Guterman en otro tramo de su discurso. “Siento impotencia ante el avance de la impunidad. Una impunidad que espera que el nombre y la muerte de las víctimas se diluyan en el tiempo”, advirtió. “Siento terror de que esta impunidad le ponga un cepo a la memoria. Siento responsabilidad para luchar para que esa memoria no se apague ni se venda.”
“Crecí sin saber qué es la justicia, sin comprender cómo pudo existir tanta crueldad, tanto desprecio por la vida, tanta sangre inútilmente derramada”, expresó en el Acto, por su parte, Jennifer Dubín, quien perdió a su padre Norberto en el atentado. “Mi vida siguió, intentando aprender a vivir con la ausencia y sobrellevarla. Me dejaron sin el ejemplo a seguir, sin tener a quién esperar ansiosa todos los días a las 7 de la tarde para jugar. A mi mamá la dejaron sin el amor de su vida. A mi hermano Juan le robaron su cómplice para ir a la cancha”, compartió.
Acompañada en el acto por su hija Mía, de 12 años, Jennifer le dedicó unas palabras: “Sos parte de la generación que seguro continuará nuestra lucha, aunque más de una vez los brazos se cansen de tanto remar. Porque lo único que está prohibido es el olvido. Porque no queremos nada menos que la verdad y no exigimos nada más que justicia. Para que se acabe la impunidad y para que cada uno de ellos pueda descansar en paz.”
“A 28 años de tu ausencia, Cris, ¿qué me queda de vos?”, se preguntó Marina Degtiar, hermana de Cristian, al momento de hablar en el acto. “Me queda de vos la Historia. La que te apasionaba y estudiabas. Y nuestra historia. La que era vida y disfrute. Me quedan de vos remeras, cartas. Libros viejos, nostalgias nuevas, curitas, un reloj. Botines de fútbol, un cuaderno rayado, tu silla vacía, tu espacio lleno, repleto de vos. Tu espacio lleno de vos, pero sin vos”, sentenció.
“A 28 años de tu ausencia me queda de vos el compromiso. Con vos y con el otro. Con tantos otros que envejecen conmigo en estos años de ausencia. Me queda de vos la responsabilidad de sobrevivirte y honrarte”, continuó.
“Me quedan de vos los días, los de antes, los del mundo perdido. Los días de este después, desafío y memoria, corazón y apego. Desafío y memoria, corazón y apego. Me queda de vos tu corazón latiendo en el mío. Y grabada a fuego en mi alma, tu imagen toda. La que aparece por los rincones. La imagen que busco y encuentro cuando necesito llenarme de todo, todo, de tanto Cris, que me queda de vos”, concluyó su mensaje Marina Degtiar.
Bajo la consigna “Volvemos a Pasteur”, y con la convocatoria conjunta de AMIA, DAIA y Familiares de las Víctimas, el acto, que contó con la participación artística de Javier Calamaro, congregó en el mismo lugar en que fue perpetrado el atentado terrorista 28 años atrás, a miles de personas que se unieron en el reclamo de justicia, la denuncia contra la impunidad, y en el homenaje a las víctimas de la masacre.
Al término del acto, AMIA agradeció a través de sus redes sociales el apoyo y el acompañamiento de toda la sociedad para poder mantener viva la memoria y poder renovar, cada año, el reclamo de justicia y la denuncia de la impunidad vigente en la causa.
Fuente: AMIA comunicación institucional