21 años después un helicóptero fue el protagonista de un 20 de Diciembre
Era un 20 de Diciembre. Hacía calor. El epicentro también era el microcentro porteño. Las calles colmadas. Había bandera, humo y tensión. Y finalmente el epicentro de todo fue un helicóptero. Pasaron 21 años y como suele suceder en Argentina, el ciclo volvió a repetirse. Casualidades.
2001. El Helicóptero de De La Rúa
La triste postal de aquel helicóptero con el ya fallecido mandatario abandonando la Casa Rosada, tras presentar su renuncia, vuelve en estas fechas como recurrente mal recuerdo de un tiempo de violencia extrema, de renuncias y de una sucesión de presidentes como jamás vivió Argentina bajo el clamor popular de “que se vayan todos”.
El gobierno de la Alianza, que había llegado al poder con una promesa de cambio que ilusionó a una sociedad hastiada del menemismo, concluía anticipadamente y de la manera más trágica: con saqueos, cacerolazos, protestas masivas, una violenta represión, cuya imagen recorrió el mundo entero y, al menos, 35 muertos.
Entonces De la Rúa presentaba su renuncia, abrumado por la crisis y sin conseguir resolver los problemas que llevaron a la Argentina a un estallido social sin precedentes. Lo hacía aislado, con el poder reducido a su mínima expresión, ya sin el apoyo de su propio partido, y luego de la salida del entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, a quien el propio presidente había llevado a su Gobierno obstinado en mantener la convertibilidad a cualquier costo.
Luego de la renuncia de Fernando de la Rúa y de su salida en helicóptero de la Casa Rosada mientras ocurrían violentos y trágicos enfrentamientos y saqueos, la Argentina tuvo un proceso único en la historia del país, con cinco presidentes en once días, hechos que continúan colocándola en una historia poco querida, pero que merece no olvidarse en el más amplio de los conceptos.
2002. El Helicóptero de la Scaloneta
El Fútbol fue el responsable que de que el ciclo se calcara casi con exactitud y quien maneja el Destino desde el más allá quería que fuera también un helicóptero el que cerrara la jornada.
Es que lo festejos de la Scaloneta (con Feriado Nacional mediante) tenían a prior solo emular la congregación de los argentinos en las cercanías del obelisco y la Plaza de Mayo.
Fueron más de cuatro millones de hinchas que coparon las calles de Buenos Aires y terminaron mirando el cielo para saludar a los jugadores de la selección argentina, después de que a los futbolistas se les hiciera imposible avanzar por tierra hacia la zona del centro porteño donde los esperaba una enorme demostración de agradecimiento.
Messi y compañía tuvieron que bajar de los micros para abordar helicópteros en la Escuela de Cadetes de la Policía Federal en el barrio porteño de Villa Lugano, después de un recorrido de más de cuatro horas desde la salida del predio que la AFA posee en Ezeiza.
Ante el hormiguero de gente que evitaba el avance de los micros, sumado a un accidente en el que un hincha cayó cerca del micro desde un puente en la Autopista Riccheri, los futbolistas optaron por abordar los helicópteros.
Minutos antes, el presidente de la AFA, Claudio Tapia, avisó que era imposible seguir el recorrido por tierra.
«No nos dejan llegar a saludar va toda la gente que estaba en el Obelisco, los mismo organismos de seguridad que nos escoltaban no nos permiten avanzar. Mil disculpas en nombre de todos los jugadores campeones. Una pena», escribió…
Fue entonces que la selección hizo vuelos por sobre distintos puntos de la ciudad y se acercó a la zona del Obelisco y otras zonas céntricas, donde estaba agolpada la mayoría del público, antes de enfilar nuevamente hacia el predio de la AFA.
Otro motivo. Risas en vez de broncas. Banderas en vez de piedras. Abrazos en vez de represión policial. Pero, al fin de cuentas, un helicóptero terminó sellando una jornada (que como aquella del 2001) quedará en la retina de cada uno de los argentinos, y será replicado una y otra vez en las páginas de la historia Argentina.