-Especial para NCN (Noticias Congreso Nacional) Francisco Cardona |EP New York/
De no ser por la Pandemia, estaríamos en condiciones de afirmar que la Casa Blanca ya tendría el despacho oval diseñado para Biden y Harris , los candidatos demócratas. Pero la realidad es otra cuando que, a diferencia de las atípicas elecciones de 2016 , ha “trastocado” principios básicos del electorado como el derecho a conocer los planes y proyectos para el país , en vez de entrar en acusaciones y discusiones personales.
Trump y Biden tan sólo han asomado sus figuras para lanzarse críticas en dos debates y en medio de interrupciones y bronca pero de futuro inmediato para los estadounidenses , pocón , pocón. Mas bien , ambos candidatos han dejado en ascuas a millones de electores que en el orden de unos 95 millones ya ejercieron el voto por correo y presencial debido a la pandemia del coronavirus.
La desilución es profunda en varios aspectos. A poco menos de 24 horas habrá tiempo sólo para ratificar al actual presidente ó elegir al nuevo inquilino , el demócrata Joe Biden. Pero, ¿qué aspectos decidirán el rumbo apropiado para una nación tan convulsionada y polarizada políticamente ?
En primera instancia y creemos será la carrera definitiva para elegir al nuevo inquilino de Washington , están las propuestas individuales desde la cual se desprenden varios interrogantes. Uno , si el manejo de la pandemia por parte del presidente lo condenará ó por el contrario ., lo salvará si al final de cuentas presenta oficialmente los estudios listos para la vacuna contra el virus , que sería su principal “As” como facturan la mayoría de políticos.
Dos , si en verdad la posición del candidato demócrata Joe Biden , de la administración Obama , sobre el supuesto socialismo , termina favoreciendo a Trump ,que ha manifestado en el Estado “clave” de la Florida que hay que acabar con el socialismo radical.
Éste fantasma del socialismo que ronda a la Casa Blanca desde la llegada a la Cámara de varias mujeres representantes de Bernie Sanders ha implantado el miedo al electorado. También está la inconformidad , el racismo , la violencia y el desempleo , que podrían pasar factura al pueblo estadounidense y terminen favoreciendo a Joe Biden.
Desde luego que ante éste inverosímil panorama político que clama , entre otras cosas , por un líder de peso a nivel internacional no tan sólo para ir en contravía del Status Quo sino para propiciar confianza y estabilidad económica a nivel mundial , hay una realidad interna más allá de la pandemia y esl el desempleo. A simple vista la pandemia sigue favoreciendo el trabajo virtual y las grandes compañías se deshacen de miles y miles de trabajadores. Sólo en Estados Unidos , las cifras no bajan. 900.000 personas semanalmente han reclamado seguros por falta de trabajo , en promedio.
La inconformidad ; otro factor determinante en la elección
La crisis económica en sí no la ha provocado Trump. Si hay un punto de partida más reciente que determine el principio de esta hecatombe fueron los atentados del 9/11. A partir de 2001 EE.UU se hizo vulnerable y frágil ante el mundo , principalmente ante Rusia y China. Si bien la autoridad de W. Bush (hijo) sólo sirvió para alianzas derechistas para derrotar al terrorismo , la llegada de Obama (que apoya a Biden) fue un paleativo para prolongar la agonía porque lo único positivo a nivel interno fue el polémico “Obamacare” y a nivel mundial promovió mecanismos para la paz fortaleciendo aún más grupos de izquierda como el proceso de paz de Colombia propuesto en Cuba y el fortalecimiento del terrorismo en Oriente Medio.
Luego , llega al poder el advenimiento inesperado de Donald Trump en 2016 que pretendió hacer grande a América de nuevo y para ello rompió complejos compromisos internacionales y puso un “muro” simbólico contra la inmigración ilegal. La propuesta descabellada de asumir roles protagónicos de poder contra Kim Jon Ju de Korea de Norte y el rompimiento económico con China alivió la fiebre pero no curó la enfermedad. Del mismo modo , Pelearse con todo y con “todos” lo condujo al rompimiento con los medios estadounidenses y ha hecho de Twitter la trinchera política desde donde difama , cuenta verdades a medias , pero en cambio , ha puesto los puntos sobre las “ies” contra las élites políticas incluído al propio partido republicano.
Muchos dicen que Trump no tiene nada que perder por eso dice y habla las cosas sin “pelos en la lengua” en el buen sentido de la palabra.
El marco electoral de Estados Unidos es complejo y la desconfianza en los políticos crece y se polariza y se asemeja cada vez más , guardando proporciones , a la inestable política de latinoamérica. Sólo basta ver la radiografía escueta de los votantes negros del país para darnos cuenta lo poco y nada que hacen los candidatos.
Sólo basta ver la radiografía escueta de los votantes negros del país para darnos cuenta lo poco y nada que hacen los candidatos por ellos y las razones personales que llevarán a las distintas comunidades a ejercer el voto el próximo 3 de noviembre.
En síntesis, mientras Biden luce errático en sus presentaciones , Trump ha evadido preguntas puntuales. Ninguno desea comprometerse porque la crisis económica es enorme y lo que se avecina para EE.UU y el mundo en general está entre “la pila y el agua bendita” en términos cristianos. Es decir , mientras unos ven a Trump como el salvador del futuro inmediato , otros creen y piensan que es el demonio del apocalipsis. Joe Biden , en cambio , lo condena el supuesto socialismo que lo arropa.
Todo está dividido y como van las cosas con las presuntas encuestas y favoritismos de uno y otro bando , por primera vez tendremos una definición presidencial muy ceñida al rol de la pandemia , al miedo al socialismo y , sobre todo , al futuro económico , social y político de Estados Unidos.
Perfiles y roles de Biden vs Trump
* Joe Biden es un viejo conocido de la política estadounidense y representa la élite política de los demóctatas apoyado por Obama y los Clinton , principalmente.
*Trump no es un político. Al contrario , es un magnate de negocios que saboreó el inédito poder de la Casa Blanca en medio de críticas y polémicas. Ha querido hacer política a su modo pero la Cámara , de mayoría demócrata , ha impedido sus propuestas sociales.
*Dice la mayoría de la comunidad judía estadounidense que Biden echaría por tierra lo que Trump ha logrado en pocos meses al acercar económicamente a Israel con naciones conflictivas y enemigas.
*Trump defiende a cualquier costo cualquier ayuda hacia Israel
*En cuanto a la pandemia el plan de Biden apuesta a cerrar las comunidades infectadas por coronavirus y haría obligatoria la vacuna además beneficiaría al sistema bancario del mismo modo como lo planteó Obama en la crisis de vivienda de 2009. Dinero para los bancos y préstamos con alto interés para los pobres.
*Trump creó una Ley federal para impedir que los propietarios de vivienda no pierdan sus casas. “Parar” ó congelar los pagos de la hipoteca y redirigirlos al final de la deuda sin interés ha salvado a miles de estadounidenses de perder sus propiedades contrario a lo ocurrido en la crisis de 2009 con Barack Obama.
*A nivel internacional Biden reestablecería los convenios de otrora donde Estados Unidos sólo propuso guerras para pacificar conflictos en Oriente Medio y otras regiones de Asia.
*Trump , quien no representa la ideología republicana de choque y enfrentamiento , logró deshacer convenios con China , Irán y todo lo que representa amenasa económica y política contra Estados Unidos.
*Biden es un político decente , diplomático , culto y bien hablado. Representa la vieja clase política. El Status Quo y la empresa privada y gran empatía con la prensa.
*Trump es un líder populista que llama las cosas por su nombre y atropella a la hora de defenderse frente a los medios. Critica la vieja y obsoleta política estadounidense y está en contra de la inmigración ilegal.
En sumo , tanto Biden como Trump lograron polarizar el electorado pero la única y notable diferencia es que mientras los ciudadanos se pelean por su partido y por el voto , al final de cuentas , los “votos electorales” son los que eligen al presidente de Estados Unidos.