Día de los Santos Inocentes: ¿Hecho histórico o metáfora moral cristiana?
La fecha hace referencia a un trágico acontecimiento sucedido tras el nacimiento de Jesús de Nazareth. De acuerdo Antiguo Testamento, todo surge cuando el rey Herodes I El grande ordenó la matanza de todos los niños menores de 2 años que hayan nacido en Belén.
Esta sangrienta decisión tenía como fin eliminar al futuro rey de Israel, Jesús. El gobernante, en su nula comprensión sobre la verdadera dimensión del reinado que encarnaba el pequeño niño (“mi reino no es de esta tierra” dirá más tarde El Salvador), cegado por la ambición de poder eligió asegurarse que nadie ocuparía su lugar. Para ello envió al ejército a asesinar a todos los niños menores de 2 años. Esta franja etaria se debe a que en aquella época era difícil saber a ciencia cierta la fecha exacta de un nacimiento. A este genocidio infantil, la iglesia se lo recuerda como “Santos inocentes».
El Evangelio de San Mateo explica que el Mesías había nacido en Jerusalén, el 25 de diciembre (fecha en la que se conmemora Navidad). La profecía anunciaba: «Cuando aparezca una nueva estrella en Israel, es que ha nacido un nuevo rey que reinará todas las naciones».
Unos reyes con gran conocimiento de sucesos esotéricos, conocidos más tarde como Reyes Magos, atentos a la palabra del cielo decidieron viajar para conocer al niño del que hablaban todas las profecías y las señales de los astros de acuerdo a sus observaciones astronómicas y astrológicas. Luego de encontrar a María, José y el pequeño Jesús, hicieron sus ofrendas sagradas de oro, incienso y mirra. Conscientes de la barbarie desatada por el rey romano, los nobles de Oriente sugirieron a la pareja retirarse de Belén para refugiarse en Egipto.
En el rito romano de la Iglesia católica, la celebración tiene grado de fiesta y se encuentra incluida en el calendario romano general. Recuerda este acontecimiento el 28 de diciembre, aunque de acuerdo con el Evangelio de Mateo, la matanza debió haber sucedido después de la visita de los magos de Oriente al rey Herodes I el Grande (uno o dos días después del 6 de enero), aunque también la fecha de la adoración de los magos a Jesús no tiene una fecha exacta en las escrituras.
Es muy común y una forma de organizar la Navidad y otras fechas a su alrededor con días arbitrarios. Según el evangelio, Zacarías supo que Isabel iba a concebir a Juan el Bautista mientras cumplía con la obligación de quemar incienso en el Templo, que debía hacer cada grupo sacerdotal dos veces por año. Zacarías pertenecía al octavo grupo, el de Abías, lo cual nos da dos posibles fechas para la concepción del Bautista, una a mediados de mayo, y otra a mediados de noviembre, ninguna de las cuales coincide con la tradición.
Asimismo, ninguno de los historiadores de la época menciona el hecho. Entre ellos destaca Flavio Josefo ( 37-101) por su dedicación a la figura de Herodes I el Grande. Sin embargo, la brutalidad del episodio está en armonía con el carácter de Herodes, tal como Josefo lo describió en Antigüedades judías (15.3, 3 § 53-56). El protohistoriador presentó a Herodes como «un ser patológicamente celoso de su poder». En este marco, relata que varios de sus familiares fueron asesinados por orden suya, ya que sospechaba que trataban de suplantarlo. Josefo describe a Herodes con los tintes más oscuros de un ser humano y resulta difícil de explicar la ausencia de la matanza de Belén en Josefo, excepto suponiendo que no tuviera noticia alguna de ella.
El Evangelio armenio de la infancia
El relato de la matanza de niños vuelve a aparecer en uno de los evangelios apócrifos: el Evangelio armenio de la infancia de autor desconocido. La fecha de composición de esa obra es muy tardía, no anterior al siglo VI. La mayoría de las biografías recientes de Herodes dudan de que el hecho tuviera lugar, pero la simple declaración de que la masacre es un hecho legendario y no histórico tiene también un soporte basado en la argumentación y no en la documentación real. El historiador, arqueólogo y explorador Stewart Perowne señaló que «la matanza es totalmente coherente con todo lo que sabemos de él (de Herodes)». El historiador israelí Abraham Schalit también apoyó la historicidad de la narración.
La ausencia de fuentes alternativas a la Biblia puede deberse a que Belén era un pueblo pequeño y el número de niños varones de menos de dos años podría no haber pasado de 20. Biblistas y teólogos de distintas extracciones, como Jack Finegan, Rudolf Schnackenburg, y Richard T. France apoyan la historicidad del hecho o dicen que no hay nada que imposibilite que Herodes ordenase eso.
De todas maneras no hay documentación que respalde la historicidad del hecho, sino, al contrario, Herodes murió en el 4 a. C. y el censo de Quirinio mencionado en Lucas fue 9 años después, en el año 6 d. C., por lo que Herodes el Grande no pudo haber tenido rol alguno en los acontecimientos que rodearon al nacimiento de Cristo. Lo que los historiadores anteriormente mencionados afirman no es que el relato sea un hecho histórico, sino solamente que «posee cierta verosimilitud, como ejemplo clásico del genocida abuso del poder».