22 de noviembre de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Proyecto de la senadora Giacoppo para que las frutas dejen de venderse en envoltorios plásticos

La senadora nacional Silvia Giacoppo (UCR/Jujuy) presentó un proyecto para mitigar los efectos de la contaminación. El proyecto de ley se inscribe en una serie de iniciativas presentadas que tienen como objetivo la disminución del uso de plástico en nuestra vida cotidiana debido a su lenta descomposición.

En declaraciones a espacioradical.com.ar señaló que “en la Argentina, cada habitante desecha alrededor de 55 kilos de plásticos al año”.

Es por ello, y para intentar mitigar esos efectos, la senadora presentó una propuesta para “prohibir el uso de envoltorios plásticos, papel film y bandejas plásticas o de poliestireno expandido en todas las frutas, verduras y hortalizas cuya cáscara actúe como protección natural, en comercios y supermercados”.

Según informes del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, en Argentina las fuentes terrestres de contaminación -incluidos los desechos de playa- contribuyen con aproximadamente el 80 % de los residuos plásticos, mientras que el 18 % de ese tipo de residuos encontrados en el ambiente marino se atribuyen a la industria pesquera.

Buscamos contribuir con el objetivo de disminuir el uso de plástico en nuestra vida cotidiana”, explicó.

La iniciativa también propone la realización de campañas de difusión y concientización que tiendan a al cumplimiento efectivo de la ley. Además, establece que dicha prohibición comenzará a regir en todo el territorio nacional a partir del primer año de su sanción.

No podemos dejar de señalar que, en la Argentina, cada habitante desecha alrededor de 55 kilos de plásticos al año “, recordó.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que, en el mundo, se transforma en basura más de 400 millones de toneladas de plástico, de las cuales se estima que solo se recicla el 9%.

Son bien conocidas las imágenes de toneladas de plástico contaminando las costas, los ríos y los mares del mundo, como si estos fueran un eterno agujero sin fin para ocultar nuestros desechos, lo cual afecta la biodiversidad y nuestro propio futuro como especie “, precisó.

Un grupo de investigadores del CONICET detectó, desde 2016, un alto índice de contaminación por plástico en los cursos de agua del Paraná, la Laguna Setúbal, cercana a la ciudad de Santa Fe y en cauces cercanos con una media de casi 100 botellas por kilómetro sobre las márgenes del río, y grandes cantidades de micro plástico de origen secundario.

Los datos demuestran que los plásticos que antes fueron botellas, bolsas plásticas y restos de Telgopor, ahora se reducen hasta fragmentos menores a 5 milímetros y que, en algunos sectores, alcanza las 35.000 partículas por metro cuadrado generando un daño irreparable para los ecosistemas “, advirtió Giacoppo.

Esta iniciativa no soluciona la totalidad de un problema de enorme y gravísima magnitud, pero es un escalón más en el camino del cumplimiento con nuestra manda constitucional de dejarles a las generaciones futuras un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano “, concluyó.