18 de octubre de 2024

NCN

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El oficialismo demora respuestas al Senado y genera especulaciones sobre pliegos de la Corte Suprema

La actividad legislativa en el Senado argentino se encuentra en un estado de incertidumbre, con el Gobierno libertario enfrentando críticas por la demora en responder a iniciativas opositoras clave y la falta de avances en temas cruciales como la cuestión previsional y la Boleta Única de Papel (BUP). Esta situación ha generado sospechas de que los frenos en la agenda legislativa podrían estar vinculados a la inminente discusión sobre los pliegos para la Corte Suprema de Justicia y a las tensiones entre el Ejecutivo y la vicepresidenta, Victoria Villarruel.

A medida que se acerca la reanudación de las actividades legislativas, la semana que inicia se perfila como crítica en el Senado. Sin embargo, el trabajo se verá afectado por la ausencia de varios legisladores. “Ya avisaron que no van a estar todos, así que intentaremos retomar las negociaciones mientras esperamos que el Ejecutivo envíe propuestas sobre las leyes que están en debate. Se nos acaban las opciones y quedamos expuestos si no mostramos las cartas”, indicaron desde la bancada libertaria.

El escepticismo en la Cámara alta no es nuevo. Antes del receso invernal del Congreso, el oficialismo logró ganar tiempo al posponer la discusión de la ley que mejora las jubilaciones, la cual ya había sido aprobada en Diputados y contaba con apoyo opositor en el Senado. A pesar de un compromiso del Ejecutivo de ofrecer una solución rápida, especialmente respecto al impacto del DNU sobre jubilaciones y la actualización de la fórmula, la respuesta nunca llegó. Un legislador experimentado comentó: “Hay que diferenciar entre una reforma previsional integral, que llevaría meses de análisis, y una respuesta rápida para los jubilados por lo que perdieron con el DNU. Villarruel ganó un mes para evitar un veto a Milei, y el Ejecutivo ha dejado pasar tres semanas sin hacer nada. A esta altura, parece que es intencional.”

Otro punto de fricción ha sido la Boleta Única de Papel (BUP). En las sesiones extraordinarias del verano pasado, el oficialismo senatorial estaba listo para sancionar el proyecto aprobado en Diputados en 2022. Sin embargo, apareció un dictamen de minoría de la legisladora Mónica Silva, de Juntos Somos Río Negro, que dejó la decisión en un empate potencial en el recinto, ya que se requiere una mayoría absoluta para aprobar el proyecto y la vicepresidenta Villarruel no puede deshacer el empate. Algunos senadores oficialistas reconocieron que el Gobierno estaba más interesado en la ley Bases y el paquete fiscal y no quería ceder una victoria institucional a la vicepresidenta. “Fue curioso cómo cayó esa vez”, comentó un senador del oficialismo.

Además, el Ejecutivo parece estar concentrado en los pliegos para la Corte Suprema, priorizando estos sobre otras iniciativas legislativas. “Al igual que con la ley Bases y el paquete fiscal, cualquier iniciativa que pueda generar roces con posibles votos queda congelada hasta que el Gobierno termine lo que quiere. Lo demás y los demás no existen. Luego se acusa sin fundamentos si un DNU es rechazado en el recinto”, explicaron desde La Libertad Avanza, en referencia al mega Decreto de Necesidad y Urgencia que desregula la economía.

El silencio del Ejecutivo a veces coincide con posturas de la bancada kirchnerista de Unión por la Patria, creando confusión en la Cámara alta. El caso de la BUP y la presidencia de la comisión bicameral de seguimiento de los organismos de inteligencia son ejemplos de cuestiones que parecen confundir y complicar a una oposición dialoguista que, a pesar de tener la llave de gran parte de la agenda legislativa, se encuentra fragmentada y sin una estrategia clara.