El juez federal Julián Ercolini allanó este lunes el séptimo piso del edificio Libertador del Ejército en donde, según denunció el titular de la bancada radical Gerardo Morales (Jujuy), se llevaban adelante tareas de inteligencia interna que comandaba el flamante jefe de la fuerza César Milani. Mañana declararán como testigos Morales y el periodista del diario Clarín Daniel Santoro, dos de los supuestos objetivos del espionaje que aseguró el legislador.
La inspección fue concretada por la Prefectura nacional, tras la apertura de la causa que inició el abogado Ricardo Monner Sans a raíz de las denuncias del senador por Jujuy. En el allanamiento, fuentes judiciales indicaron que “no encontraron nada”, aunque hubo tiempo suficiente para que fuera desmantelada, en caso de haber existido, una sala de situaciones.
El lunes, entrevistado en ‘La mañana del país’ por AM Splendid, Morales aseguró que Milani llevaba a cabo tareas de espionaje que tenían como fin espiarlo e indicó que la inteligencia también recaía sobre el periodista Santoro, del Grupo Clarín. Además, insinuó que parte de la labor de inteligencia tuvo relación con la pérdida de documentación que complicaba al titular del Ejército de cara a dos investigaciones judiciales.
Asimismo, el presidente del bloque radical afirmó tener «informaciones concretas de que en el Edificio Libertador hay una sala de situación, en el séptimo piso, en el que están realizando tareas de inteligencia interior en forma clandestina”. Y resaltó que fue advertido de que él era uno de los objetivos del espionake junto a «otros políticos y periodistas como Daniel Santoro».
A su vez, el referente de la UCR indicó que ese grupo informal del Ejército habría realizado un seguimiento del expediente de Milani respecto a las causas de enriquecimiento ilícito que afronta en la ciudad de Buenos Aires y las de violación a los derechos humanos en Tucumán y La Rioja. Para Morales, “así se perdió el expediente de la deserción de Ledo”.