Por Fernando Solanas, senador nacional por Proyecto Sur
Este es un tema de una gran importancia. Pretender la firma de cualquiera de estos acuerdos antes de fin de año es enterrar para siempre la industria nacional. No podemos debatir este acuerdo si todavía no hemos debatido en serio que clase de modelo de país queremos. ¿O es que acaso alguien va a invertir un peso en la industria nacional con un modelo que apuesta a las tasas de 30 % en dólares? Este modelo termina con la Argentina exportadora de material prima y cierra con el modelo de un país extractivista.
Argentina tiene dos patas fundamentales que se están omitiendo. Una es el campo y sus materias primas y la otra es la industria.
Yo no puedo creer que ustedes omitan el tema de la salud. ¿Cuál es la política oficial? ¿Negar siempre y tratarnos de mentirosos? Hace muy pocas semanas, una ONG tuvo que colocar un recurso de amparo para que el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) -no “Pino Solanas y los ambientalistas”- reconociera públicamente que el 62 % de las verduras que llegan a los mercados tiene un altísimo nivel de plaguicidas o funguicidas. Cualquier inocente ensalada tiene entre 15 y 30 plaguicidas que atacan el sistema neurológico central que es la computadora del organismo.
Desde que la industria química se introdujo en la industria alimentaria: han aparecido una cantidad enorme de nuevas enfermedades que no se pueden detectar. El organismo tardo miles de años en generar anticuerpos para combatir las bacterias y sobrevivir, pero ya es imposible que el organismo pueda defendernos de los metales pesados que vamos ingiriendo. Desafío a todos los presentes a que se hagan un análisis de metales pesados en su organismo y se van a dar cuenta que los tienen porque no hay controles suficentes ni e el agua ni en la alimentación.
Hay que tener el coraje de ir al Hospital Garrahan y ver el aumento de los casos de malformaciones, aumentaron entre un 300 y 400 de casos que llegan de zonas agrícolas. El cáncer es una enfermedad de la modernidad porque en los tiempos antiguos no existía.
Esto es un verdadero desastre. Es como cuando se le mintió a la sociedad entera de que el cigarrillo no hacia mal y durante los 50 años los dejaron fumar en cualquier lado. Los agrotóxicos son tóxicos y un tóxico enferma y mata a largo termino. Igual que los impactos ambientales que en el momento no se ven pero el daño se produce a largo tiempo.
El modelo argentino fue utilizado como un portaviones del desembarco del modelo del transgénico, gran negocio entre la rentabilidad del negocio y el conflicto de la salud. Hoy en el mundo, con EE.UU. a la cabeza, se siembran hasta los espacios públicos con normas ecológicas extremas.
El glifosato ha terminado matando el campo argentino. Las pasturas naturales, que fueron famosas en todo el mundo por dar carne de pastura natural, ahora están liquidadas por el bombardeo de los agrotoxicos y nadie se dio cuenta. El suelo es un organismo vivo, con bacterias , bichos, maleza. Todo en la Naturaleza juega un rol. Hoy nuestro suelo está muerto, y para revivirlo el negocio de las grandes multinacionales y de los grandes venenos es nutrirlo con fertilizantes.
Toda nación libre y soberana tiene la obligación de cuidar la salud de su población. Este modelo enferma y mata. Queremos un país que desarrolle el talento de sus hijos y las potencialidades industriales para ser un país con un mínimo de soberanía. Hoy América Latina está en retirada. Van a firmar un proyecto estrategico y fundametal en un momento crucial.
Es un disparate injusto.
El presidente dice que tenemos que estar a la altura internacional y aumentar las tarifas. Es una estafa y una enorme mentira porque los salarios no están indexados a la tarifa internacional.
¿Es viable la Argentina con estos costos?
¿Qué modelo de país queremos?