El nuevo presidente de Argentina, Alberto Fernández, ha apelado a la «unidad» de todo el país en aras de un «nuevo contrato social» en su discurso de toma de posesión del cargo, en el que también ha echado en cara al Gobierno saliente sus políticas económicas y adelantado que propondrá un nuevo presupuesto.
Tras recibir la vara y la banda presidencial de manos de Mauricio Macri, Fernández ha tomado la palabra en el Congreso para «convocar a la unidad de toda la Argentina en pos de la construcción de un nuevo contrato ciudadano social».
Dicho contrato, ha subrayado el político peronista, debe ser «fraterno, porque ha llegado la hora de abrazar al diferente, y solidario, porque en esta emergencia social es tiempo de comenzar por los últimos para después llegar a todos». «Este es el espíritu del tiempo que inauguramos», ha recalcado.
Fernández ha sostenido que si el país se encuentra en la situación actual es porque se «han aplicado muy malas políticas económicas», algo que en su opinión también fue «determinante» a la hora de que los argentinos no concedieran a Macri un segundo mandato.
En este sentido, ha defendido que «no hay pago de deuda que pueda sostenerse si el país no crece» y ha asegurado que el proyecto de presupuesto debe ser «propio» y «no dictado desde afuera». Según el nuevo mandatario, solo podrá contarse con un presupuesto tras «la renegociación de la deuda y de poner en práctica medidas económicas sociales y de la economía real».
«No le daremos tratamiento parlamentario al presupuesto proyectado por el Gobierno saliente para 2020. Sus números no reflejan la realidad de la macroeconomía, ni la realidad social ni los compromisos de deuda que realmente se han asumido», ha adelantado.
MEDIDAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
En este sentido, ha anunciado que su Gobierno impulsará «un conjunto de medidas económicas y sociales de distinta naturaleza que comiencen a revertir el rumbo estructural de atraso social y productivo» y que para ello convocará a distintos sectores para la «puesta en marcha de un conjunto de acuerdos básicos de solidaridad en la emergencia».
«Necesitamos que toda la Argentina unida le ponga un freno a esta catástrofe social», ha reivindicado, lamentando que «uno de cada dos niños es pobre en nuestro país». «Sin pan no hay presente ni futuro. Sin pan la vida sólo se padece. Sin pan no hay democracia ni libertad», ha remachado.
También ha denunciado la elevada tasa de desempleo juvenil, que afecta al 30 por ciento de los jóvenes, y ha prometido «acciones que faciliten que todos los titulares del salario social complementario puedan insertarse en el mundo laboral y cobrar por su trabajo». «La cultura del trabajo se garantiza creando trabajos formales», ha aseverado.
Por otra parte, también se ha referido en su intervención a la justicia, en una clara alusión a los numerosos procesos abiertos que tiene su ahora vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y también otros destacados antiguos altos cargos kirchneristas.
«Sin justicia independiente no hay república ni democracia. Hemos visto el deterioro en los últimos años. Hemos visto persecuciones indebidas y detenciones arbitrarias, inducidas por quienes gobiernan y silenciadas por cierta complacencia mediática. Nunca más a una justicia contaminada por servicios de inteligencia, por operadores y linchamientos mediáticos», ha proclamado.
(Europa Press) Madrid 10 de diciembre de 2019