Anabel Fernández Sagasti cree en un «nunca más» para los responsables del endeudamiento
La senadora por el Frente de Todos, Anabel Fernández Sagasti efectuó duras declaraciones al referirse al tratamiento que se efectuó en el Senado el día de ayer sobre la ley para permitir al Presidente Fernández la renegociación de la deuda externa.
Sobre el particular señaló: «Hay algunos proyectos políticos que se dedicaron a endeudar sistemáticamente al país, y hay otros proyectos políticos que se dedicaron sistemáticamente a desendeudar el país. No somos lo mismo.Tiene que haber responsables políticos y penales de lo que hicieron con la Argentina».
Resulta curiosa esta apreciación de la senadora cuando toda la dirigencia nacional, desde 1983 hasta la fecha, han ignorado sistemáticamente el Fallo del Juez Ballesteros sobre la «Causa Olmos», y concomitantes, que incluyen hasta el «Canje», «Megacanje» y «Blindaje». Más aún los hombres y los bancos que intervienen estas operaciones de «reestructuración» suelen ser los mismos.
Contradicciones de nuestra dirigencia, sin hacer aquí, distinciones partidarias.
Y a poco de recordar un nuevo aniversario del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 contra Isabel Perón, es bueno recordar la sanción que efectuó su gobierno de la conocida «ley de subversión económica», que justamente castigaba los delitos de esta categoría que hoy pide Fernández Sagasti. Sin embargo, la norma fue derogada por el Congreso Nacional. Conocer un poco de historia y de los instrumentos que la Nación se dió así misma para luchar contra el endeudamiento nunca está de más.
La senadora continuó: «Debemos construir la institucionalidad que permita que ningún trasnochado vuelva a endeudar o hipotecar el sueño de los todos los argentinos y argentinas. Creo en el Nunca Más. Y creo que debemos hacerlo entre todas y todos. Y una manera de que esto NUNCA MÁS ocurra es que veamos la cara de los responsables y que haya un juicio para ellos».
Finalmente, pidió: «Generar condiciones de sostenibilidad de la deuda significa dejar en claro a los acreedores la decisión de honrar la deuda pública de una manera compatible con el desafío de poner de pie nuestro aparato productivo y de sacar a millones de argentinos y argentinas de la pobreza».