Cómo lograr que nuestros nietos y nietas se animen a dar el paso para buscar la verdad sobre su origen es algo que nos preguntamos desde hace muchos años. En el mismo momento que supimos que cuando cumplieran la mayoría de edad nos vendrían a buscar también sabíamos que debíamos ayudarlos: contarles que sus familias los estábamos buscando, que habían sido deseados, que eran parte de un proyecto familiar y social, que tienen derecho a saber la verdad sobre su identidad, y que nosotras, sus familias y toda la sociedad debíamos saber qué fue del destino de los niños y niñas apropiados por el terrorismo de Estado.
Desde 1997, cuando las Abuelas cumplimos 20 años, comenzamos a idear campañas masivas de difusión. Los medios y la cultura han sido un vehículo fundamental para comunicar nuestro mensaje. Un mensaje que debe modificarse con los años, porque nuestros nietos y nietas hoy rondan las cuatro décadas. El destinatario de nuestra búsqueda va cambiando año tras año: al principio nuestros mensajes iban dirigidos a adolescentes, jóvenes trabajadores, estudiantes. Desde hace unos años nuestro nietos y nietas se han convertido en hombres y mujeres, muchos
Hay una familia y una sociedad que los espera, y un derecho que les debe ser restituido, a nuestros nietos y nietas, pero también a sus hijos e hijas. A quienes conozcan alguien que podría ser hijo o hijas de personas desaparecidas les pedimos que acompañen en este proceso y a aquellos que tienen dudas sobre su origen, los alentamos: «Animate a dar el paso».