La jueza federal María Eugenia Capuchetti delegó, esta miércoles, en el fiscal Carlos Rívolo la investigación por el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, según trascendió desde fuentes judiciales.
En este sentido, el juez Leopoldo Bruglia fue el encargado de escuchar los argumentos de la querella. Luego de la presentación formal del pedido de recusación, que se concretó el 14 de noviembre pasado, la jueza Capuchetti debió responder el planteo. Algo que hizo mediante un escrito de 43 páginas en donde rechazó haber desestimado la hipótesis en la que la vicepresidenta considera que debió avanzar la investigación.
La magistrada realizó un repaso de todas las líneas de investigación desandadas, e indicó que “las afirmaciones realizadas por la querella no logran traspasar el plano de conjeturas” y agregó que no exhibían “fundamentos serios o razonables que den sustento a la sospecha de imparcialidad”.
Lo cierto es que la estrategia de la jueza fue delegar la investigación al fiscal Rívolo, justo cuando la querella presentaba sus fundamentos en la Cámara y pedía allí las “medidas urgentes” de prueba que ya se habían ventilado por redes sociales.
Como paso previo fue el anuncio de la recusación (vía Twitter) por la propia Cristina Kirchner el 10 de noviembre y se formalizó la semana pasada a través de un escrito, que la magistrada rechazó. Allí Capuchetti defendió cómo llevó adelante las diligencias y las distintas medidas de prueba. Y dijo que su imparcialidad estaba intacta.
En este aspecto vale mencionar que la relación entre la querella de CFK y la jueza se rompió el día en que la magistrada rechazó el pedido de secuestrar los teléfonos de las asesoras del diputado Gerardo Milman, que habían estado con él en el bar Casablanca dos días antes del atentado. Un asesor legislativo, llamado Jorge Abello y que nunca fue testigo identidad reservada, aseguró el 23 de septiembre haberlo escuchado decir: “cuando esté muerta yo voy a estar en la costa”.
Finalmente la investigación quedará ahora en manos del fiscal Carlos Rívolo, que ya impulsa el expediente.
Por otro lado, la sala I del Tribunal de Apelaciones, integrada también por los jueces Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi, tiene para resolver un planteo de la querella en relación a la decisión de la jueza de negarse a secuestrar los teléfonos de dos asesoras del diputado nacional del PRO Gerardo Milman.
Se trata de Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco, quienes estaban con el legislador en el bar Casablanca dos días antes del atentado, oportunidad en la que un testigo asegura haber escuchado a Milman decir: «Cuando la maten yo voy a estar camino a la costa».
Gómez Mónaco fue Miss Argentina en el año 2012 y cinco años más tarde, en 2017, durante la gestión de Cambiemos, fue designada como directora de la Escuela de Inteligencia Criminal de la República Argentina. Además, es dueña de Lux Estética y tiene otra empresa con María Mroue, la panelista del primer programa de Crónica TV donde entrevistaron por primera vez a Uliarte y Sabag Montiel.
Por último se informó que la querella también reclamó este martes que se investigue si hubo encuentros previos al ataque en su contra entre las personas que quisieron asesinarla y el dirigente de la Nueva Centro Derecha Hernán Carrol, a quien Sabag Montiel encargó la tarea de contratarle un abogado defensor.