La Cámara Federal porteña rechazó un pedido con el que la defensa del diputado nacional de Juntos por el Cambio Gerardo Milman pretendía que se postergara la audiencia en la que se discutirá si debe ser secuestrado y analizado su teléfono celular en la causa en la que se investiga el fallido atentado a Cristina Kirchner.
“Hágase saber al doctor (Manuel) Barros, letrado defensor del señor Gerardo Milman, que la audiencia habrá de llevarse a cabo el 22 del corriente mes a las 10 horas, de manera presencial, en la sede de este Tribunal. Así, teniendo en cuenta la fecha en la que el letrado aceptó el cargo en estas actuaciones, a la prórroga solicitada, no ha lugar”, resolvió el juez del tribunal de apelaciones Pablo Bertuzzi.
El abogado defensor de Milman aceptó el cargo a principio de mes por lo que, de acuerdo surge de la resolución no había elementos para hacer lugar al pedido de postergar la audiencia que está fijada para el 22 de junio.
La fecha de la audiencia fue decidida el 24 de mayo pasado, luego de una solicitud de la querella de la vicepresidenta Cristina Kirchner en la que se podrán exponer los argumentos por los cuales considera que debe ser secuestrado y analizado el celular del diputado Milman.
La audiencia se desarrollará de forma presencial y estará encabezada por los jueces de la sala primera del tribunal de apelaciones Mariano Llorens, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi.
La querella, representada por los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, reclama el secuestro del celular de Milman con el objetivo de buscar allí algún elemento que permita acreditar o descartar si el legislador tuvo alguna vinculación con el atentado contra la vicepresidenta ocurrido el 1° de septiembre pasado.
La discusión llegó al tribunal de apelaciones luego de que la jueza María Eugenia Capuchetti se opusiera a la medida que reclamaron la querella y la fiscalía: uno de los argumentos de la jueza para rechazar el secuestro del celular fue que el diputado no se encuentra formalmente imputado, mientras que la Ley de Fueros establece que para avanzar en una medida de estas características se le debería imputar al legislador la comisión de un delito.
La denominada «pista Milman» se inauguró el 23 de septiembre pasado: esa tarde un asesor del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, Jorge Abello, se presentó ante la jueza Capuchetti y dijo que había escuchado al legislador opositor referirse al atentado antes de que ocurriera.
«Cuando la maten yo estoy camino a la costa», fue la frase que Abello dijo haberle escuchado decir a Milman en el bar Casablanca el 30 de agosto, oportunidad en la que el legislador se encontraba acompañado de dos asesoras que ya declararon en el expediente y negaron que esa frase hubiera sido pronunciada.
La medida del secuestro del celular, que hasta ahora fue rechazada por la jueza, también fue reclamada la semana pasada por el fiscal Carlos Rivolo, en una posición sostenida por el fiscal ante la Cámara Federal porteña, José Luis Agüero Iturbe.
«Es menester señalar que lo requerido tiene el carácter de pertinente y conducente, en atención a la gravedad del hecho investigado y a la vinculación del mencionado al objeto procesal», sostuvo el fiscal ante la Cámara Federal porteña en el memorial al que accedió la Agencia Télam de fuentes judiciales.
«No existe otra vía alternativa para obtener la información de su celular y determinar la intervención o no del señor Milman. Esta intervención, como bien recuerda mi colega de grado, fue abonada por la querella y marcada por las testimoniales indicadas», sostuvo el representante del Ministerio Público Fiscal ante el tribunal de apelaciones.
«La pertinencia se localiza en este caso en la necesidad de determinar si el señor Diputado Nacional se encuentra efectivamente vinculado al hecho según los términos de las testimoniales incorporadas al legajo (Abello y Bohdziewicz)», sostuvo el fiscal.
A mediados de mayo, otra mención en el expediente puso a Milman bajo la mira de la justicia: su exsecretaria Ivana Bohdziewicz dijo que el legislador le había facilitado un «perito» para que borrara información de su celular y que la maniobra se habría realizado en su presencia, en una oficina que atribuyó a la exministra de Seguridad y titular en uso de licencia del PRO, Patricia Bullrich.
Bohdziewicz es una de las dos mujeres que acompañaba a Milman en el bar Casablanca el día en el que el testigo Abello dijo haberlo escuchado referirse al atentado contra la vicepresidenta antes de que ocurriera.