Este lunes, un plenario de tres comisiones en la Cámara de Diputados intentará avanzar rápidamente con un dictamen sobre la Ley de Boleta Única de Papel (BUP), una iniciativa que fue aprobada por la Cámara baja en 2022 y que ha sido modificada recientemente por el Senado. Si se logra la sanción de la norma, que se presentará en el recinto mañana, representaría un importante avance institucional y una notable derrota para el kirchnerismo, que sigue buscando frenarla por todos los medios.
Cabe mencionar que con la ley regresando a Diputados en segunda revisión, el desafío radica en alcanzar los 129 votos necesarios para una mayoría absoluta, dado que se trata de una cuestión electoral. Esto implica que se debe aceptar uno de los textos existentes o una combinación de ellos, sin la posibilidad de introducir nuevos cambios, lo que complica la situación para La Libertad Avanza, que no parecía estar preparada para este escenario.
El conflicto se intensificó tras la reciente decisión del Senado de desactivar la opción de votar lista completa, un cambio que benefició a partidos provinciales y que fue clave para que la vicepresidenta Victoria Villarruel asegurara las 37 adhesiones requeridas en su Cámara. Esto ha llevado a que los partidos provinciales se sientan empoderados frente a los grandes bloques en un panorama electoral que se definirá desde 2027.
Asimismo, Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados, convocó a los dialoguistas, pero las discusiones fueron calificadas de “irracionales” por algunos participantes, lo que generó descontento entre legisladores provinciales de Misiones, Río Negro y Salta, quienes acusan a Menem de no respetar las modificaciones acordadas.
Desde el Gobierno, se reconoce la dificultad de llegar a un plenario con 100 personas sin un texto acordado. Los legisladores han expresado su preocupación por la falta de consenso y por la introducción de artículos que aún deben ser resueltos. En este contexto, se espera que el modelo de boleta única cambie, adaptándose a las experiencias exitosas de las provincias de Córdoba y Mendoza. Además, el plenario considera cambios en la duración de las campañas electorales y en la presentación de listas, ampliando los plazos de 50 a 60 días antes de las PASO. Estas modificaciones cuentan con el apoyo del Ejecutivo y se espera que sean aprobadas en Diputados.
Durante el debate en el Senado, se argumentó que la boleta única es un sistema más eficiente y que la mayoría de los países del mundo ya lo utilizan. Pero, voces del Frente de Todos han denunciado que estos cambios buscan modificar el régimen electoral de manera perjudicial, cuestionando la efectividad del nuevo sistema propuesto.
Con la presión creciente y la incertidumbre en torno a los resultados de la votación, el plenario de hoy se perfila como un momento crucial para el futuro electoral de Argentina. La aprobación de la Boleta Única de Papel no solo transformaría la forma en que se vota, sino que también podría redefinir el equilibrio de poder en el Congreso.