21 de noviembre de 2024

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Batakis: respuestas para la prensa pero no para la crisis|Por Ariel Magirena

En un discurso con fuerte carencia de medidas, contrario a lo que había anunciado, la flamante ministra de economía se presentó oficialmente en sociedad en una conferencia de prensa en la que ratificó los acuerdos con el FMI -sellados por su antecesor Martin Guzman- adelantando mayor ferocidad en el ajuste pese al crecimiento económico macro del que las familias argentinas no reciben alivio para sus módicas demandas.

Sentencias sin contexto que no participan del debate público ni responden a preguntas hechas en torno de la crisis abrieron su narrativa de pretextos. Que “hoy el mundo está en desequilibrio” podría haber dicho cualquier dirigente de cualquier lugar del mundo en cualquier momento de la historia, del mismo modo que referir a una “situación inédita de guerra” ya que no existe momento histórico sin guerras -especialmente en las últimas décadas- y TODAS afectaron la economía mundial de alguna manera. Sobre todo no significan nada estas cosas si lo dice un gobierno que -como todos en democracia- fue elegido precisamente PARA resolver las vicisitudes del momento.

Son justificaciones estériles: como si una madre dijera “no contaba con que fuera bebé”, o “me sorprendió que tuviese que entrar a la escuela” o “la adolescencia es una etapa muy difícil” respecto de la crianza de sus hijos.

Que estamos “en un mundo muy distinto al de la 2da guerra mundial” (acaecida hace mas de 8 décadas) no sirve como diagnóstico y difícilmente para presentar un plan de salida de la crisis o una exposición de metas que tampoco hizo esta vez.

En ese contexto su caracterización de que “vivimos en un país globalizado” omite adrede el hecho explícito de que el gobierno decidió participar de esa globalización sin globalizar ingresos, capacidad adquisitiva del salario, valor de la moneda ni metas inflacionarias. Sin voluntad para ser socio de la globalización desde una perspectiva soberana decidió ser su víctima con ganancias para los sectores locales de poder, que SI son socios y participan del negocio global a costa de la pobreza que producen las políticas sociales y económicas del gobierno y su escala de prioridades.

La sentencia feliz de que “la matriz productiva argentina está intacta” es retórica sin un punto de perspectiva: con qué momento lo compara? Con la estructura heredada de Macri?, con la de Cristina Fernandez, la de Nestor Kirchner, la menemista, la alfonsinista, la de Martinez de Hoz, la de Isabel?…al menos interpretamos por sus dichos que no debe ser la de la segunda guerra mundial.

Cuando Batakis dice que quiere exportar trabajo argentino no nos dice que está hablando de exportar la explotación de una clase trabajadora con salarios varias veces insuficientes para alcanzar la canasta básica de necesidades (y a la baja por inflación). Que el trabajo argentino vale menos que los granos argentinos (que tienen procesos altamente tecnologizados y necesitan menos mano humana).

Cuando dice que no quiere un modelo especulativo lo hace devaluando la moneda cotidianamente por decisión oficial desde que asumió este gobierno y aun desde antes, cuando el actual Presidente calificaba de sensatas las devaluaciones durante el macrismo; cuando las tasas de interés, con respecto del tipo de cambio cíclicamente intervenido para la toma oportuna de la brecha por parte de los especuladores son negativas en relación con la inflación e impiden el ahorro familiar (de aquellos que todavía tienen capacidad para eso). Batakis dice esto en el mismo discurso en el que considera en equilibrio el tipo de cambio que produce, delante de nuestros ojos, alzas en los precios domésticos imposibles para el bolsillo familiar. Y cuando el gobierno mantiene el mecanismo más fabuloso de especulación financiera pagando tasas astronómicas a los bancos a través de imponerles Leliqs para aspirar los pesos que emite.

Las medidas?

-La eterna promesa de “no gastar más de lo que tenemos”, con la salvedad saludable pero contradictoria -durante la conferencia de prensa- de que el “Estado no está para ahorrar”, se explicó en el compromiso del tipo “ahora sí” que hizo sobre la administración de “cuenta única” y el control mensual de las cuotas de gastos que incluye el congelamiento de la planta de trabajadores estatales (a los que claramente considera gastos).

– La creación de un “comité asesor” para la deuda (cuya conformación y propósitos aun son misteriosos) y la creación de un tribunal de defensa de la competencia para prevenir el alza de los precios (que calificó de injustificados “en la última semana”) son parte de la novedad aunque no sean concretamente medidas antiinflacionarias. Tendrá este Tribunal atribuciones para sancionar? Habrá una ley en la que pueda basarse para eso?

-El nuevo esquema de “tasas positivas”, para alentar la inversión privada en la cartera pública garantizando su rendimiento, habla de nueva deuda y modos de seducción para la aceptación de ésta en el mercado.

– Con el cumplimiento del llamado a licitación para el gasoducto Néstor Kirchner, la rebaja en la compra extranjera de energía y la continuidad del plan de segmentación de tarifas ejecuta los últimos anuncios de Martin Guzmán.

-El organismo de valuación inmobiliaria pasará a la órbita del Ministerio de Economía con el fin de actualizar con sentido de justicia tributaria las propiedades de todo el país ponderando su ubicación geográfica (preparémonos para un aumento en la valuación e impuestos de la vivienda familiar y la vivienda en el mercado de alquileres con su consiguiente impacto en el valor y requisitos para alquilarlas).

Las interrogantes

Respondiendo a las preguntas de un puñado sorteado de periodistas la ministra confesó la continuidad de un derrotero signado por la improvisación frente al costo social de su plan económico (el del FMI) al confesar que no se alcanzará la meta inflacionaria del 52% anual pactada ya que “fue suscripta tras el mayor endeudamiento mundial” (una falacia si es comparada en su relación con el PBI), “los efectos de la pandemia” y la “inflación mundial” (otra falacia ya que las mismas condiciones se dieron en todo el mundo, la afectación sanitaria local fue similar en casos y muerte que la de los peores números del globo y, sin embargo, ninguna otra economía tuvo el impacto paralelo de muertes, empobrecimiento e inflación similar al de la Argentina que, además, tiene mayor riqueza en recursos que la mayoría).

Por otra parte desmintió a la vicepresidenta cuando relativizó el efecto cambiario en los precios. Batakis minimizó al mercado paralelo sin mencionar que los instrumentos oficiales de compra tienen a la divisa estadounidense por encima del valor “blue”.

La ministra admitió el incumplimiento de las metas de refuerzo de reservas soberanas adjudicándolo a un fenómeno eventual de amesetamiento que será superado en septiembre, el que en realidad se manifiesta en la venta de reservas para el control de ese mercado que minimizó al considerarlo del 3 por mil del mercado total de divisas.

Respecto de los rumores de default de la deuda pública en pesos garantizó su pago y consideró maliciosos los rumores “contra un gobierno electo por el voto popular”, aun cuando reconoció que el gobierno de Macri -también elegido así- “defaulteó” esa deuda. Al respecto alegó disidencia con la calificación oficial del FMI que consideró que la Argentina necesita “acciones dolorosas para beneficiarse” de ellas. En este punto Batakis defendió el rol del Estado con el déficit como instrumento para asistir urgencias como la falta de grifos en ciertos lugares o el pago de los sueldos privados durante el Aislamiento Social Preventivo Obligatorio.

Por último destacó la necesidad de un Estado solvente con el “prestigio” que le da el equilibrio fiscal.

Para dejar en claro que no hay cambios en el rumbo económico que nos trajo a esta situación crítica el Ministerio de Economía tiene hoy una declarante capaz que responde hábilmente a todos…pero de ninguna manera todo.