4 de noviembre de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Buenos Aires es «Ciudad de diálogo interreligioso»

La ley reconoce, acepta y respeta la diversidad religiosa en la Ciudad de Buenos Aires. Fue por una iniciativa conjunta de varios legisladores.

La Legislatura porteña aprobó en sesión ordinaria una ley que declara a Buenos Aires como «Ciudad de diálogo interreligioso» considerándola: «El ámbito donde personas, comunidades e instituciones de distintas tradiciones religiosas conviven armónicamente, valoran la riqueza de la diversidad religiosa, promueven valores comunes compartidos y entablan relaciones mediante el diálogo, reflexión y acciones de cooperación para fortalecer el tejido social por el bien común».

Ahora, se fomentarán acciones de diálogo y diversidad religiosa en la Ciudad de Buenos Aires. La Dirección General de Cultos, dependiente de la Secretaría General del Gobierno porteño, aplicará la ley y promoverá toda actividad relacionada con la iniciativa.

«La convivencia interreligiosa existente en nuestra Nación, y como muestra de los más altos valores del espíritu humano relacionados con la paz, justicia y fraternidad entre hombres y mujeres de nuestra Patria en particular y todos los pueblos del mundo en general, formado lo que hoy denominamos tejido social argentino», resaltan los fundamentos del proyecto presentado por el PRO, Frente para la Victoria, Frente Renovador y Suma+, que se aprobó con 53 votos positivos, 2 negativos –Patricio del Corro (PTS) y Marcelo Ramal (FIT)- y una abstención del diputado Fernando Vilardo (AyL).

Como antecedente de este proyecto se sancionó la Ley N° 1697 que estableció el 21 de mayo de cada año, como «Día de la Diversidad Cultural», entendiendo por ésta un respeto y valoración por diferentes manifestaciones culturales, sus comunidades y dentro de estas, creencias religiosas.

Por otro lado, y por iniciativa del diputado Omar Abboud (PRO), la Legislatura porteña instituyó el 9 de agosto de cada año como «Día del Diálogo Interreligioso».

«El terrorismo como práctica irracional y violenta, genera desequilibrio y destrucción, es condenable desde todas las doctrinas monoteístas que bregan -en sus conceptos y prácticas esenciales- por crear un mundo de armonía; donde el sentimiento de hermandad hacia el prójimo es la base de la construcción de una sociedad. La visión religiosa de la vida libera al hombre mientras que el terrorismo la esclaviza al miedo», expresan los fundamentos del proyecto, con despacho de la Comisión de Cultura. 

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