Después de haber concretado su larga amenaza de presentar un pedido de juicio político contra el ministro Germán Garavano, la diputada de la Coalición Cívica Elisa Carrió volvió a desafiar al presidente Mauricio Macri.
La diputada y aliada de Cambiemos dijo que ella no va a romper el espacio, pero tampoco su «conciencia». Y apuntó: «Si (el Presidente) se cansa me puede echar, no tengo problemas en irme, pero voy a seguir peleando por la verdad y la justicia».
En esa línea, la legisladora cree que el mandatario cambió de parecer: «Confío en que el Presidente va a recapacitar. Estoy de acuerdo con que no es el momento, porque es como que yo le gane una disputa».
La legisladora explicó la existencia «un acuerdo para lograr la impunidad de (el senador Carlos) Menem, entre el PJ y Cambiemos. Quieren limpiar eso y postergar lo más posible el tema de (la senadora) Cristina (Kirchner)», indicó.
«Muchos de Cambiemos nos sentimos usados. Muchos dirigentes importantes, queribles, adorables, nos sentimos usados», agregó.
En torno a la figura del ministro de Justicia, justificó su distancia porque “intervino en la Justicia de manera directa y amenazante en el caso AMIA” y además denunció un supuesto “acuerdo entre el PJ y sectores de Cambiemos para lograr la impunidad de (el expresidente Carlos) Menem”, en la causa por el contrabando de armas a Croacia y Ecuador.
Otro de los apuntados por Carrió fue el presidente de Boca Juniors Daniel Angelici, a quien acusó en reiteradas ocasiones de ser operador judicial e influir en el Consejo de la Magistratura: «No quiero que las mafias del fútbol gobiernen esta Nación».