Desde bloques del Frente para la Victoria, Frente Renovador, ECO y Coalición Cívica rechazaron la nueva Ley votada ayer con el apoyo del Bloque Peronista y Confianza Pública de Graciela Ocaña.

Luego de que ayer el PRO aprobara la ley de Presupuesto 2017 con votos del Bloque Peronista y Confianza Pública de Graciela Ocaña, diferentes bloques de la Legislatura porteña se manifestaron.

Desde el Frente para la Victoria, el legislador Carlos Tomada aseguro que el presupuesto «está pensado para otra ciudad y otro país”.“Al contrario de lo prometido, estamos frente a una situación recesiva con emergencia económica, laboral y social. Así, no acompañamos un presupuesto sobre supuestos macroeconómicos ficticios», afirmó. Asimismo, el diputado José Campagnoli dijo: “no se puede aprobar un presupuesto basado en una inflación del 17% o crecimiento de 3,5 porque no es creíble. Prometieron bajar la inflación y es del 40%; prometieron no devaluar y lo hicieron en más del 60%”.

Javier Gentilini, legislador del Frente Renovador, sector que se abstuvo en votar, señaló que lo hicieron porque entienden que “el Ejecutivo porteño tiene que gobernar y si no tiene ni siquiera el Presupuesto aprobado por la Legislatura, nos condena a todos a su absoluta discrecionalidad, que es mucho peor”.

Maximiliano Ferraro, de Coalición Cívica ARI, que tampoco acompañó la ley, declaró: “en este presupuesto prioridades no terminan de cerrar, no son las que pensamos para 2017, no sólo en una lectura individual, ministerio por ministerio, programa por programa, sino en qué  tipo y manera de asignación de recursos se hace”.

Otros bloque que también se abstuvo fue ECO, de Martín Lousteau. Desde allí, la legisladora Natalia Fidel aseguró: «no acompañamos un presupuesto que recorta recursos para cuestiones centrales de inversión social: gasto en educación tendrá caída real del 4,7% y Salud, 2,8”.

Desde el Frente de Izquierda también se pronunciaron. El diputado Patricio del Corro aseguró: “Acaban de votar una ley que profundizará el camino por el cual hoy 1 de cada 5 habitantes de la Ciudad son pobres. Lo nuevo es el exponencial crecimiento en gastos de seguridad: 446 % de aumento sobre 2016, centralmente producto del traspaso de la Policía Federal, pero además se incluyen nuevos mecanismos de control social y armamento. Por el contrario, gastos para 2017 en salud, educación, vivienda o cultura pasaron de 60 a 53 %”.

Radio abierta de docentes porteños contra el Presupuesto «equitativo»

Mientras legisladores porteños debatían el presupuesto 2017, la UTE exigió frente a la Legislatura «incremento del presupuesto educativo, reducido del 30 al 18 por ciento».

El personal agrupado en la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) participó en una radio abierta frente a la Legislatura porteña reclamando que «el presupuesto incluya más fondos para educación y salud».

UTE, adherida a la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) y conducida por Eduardo López, participó junto con la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y su par Autónoma (Ctaa), Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie y entidades como La Poderosa, La Dignidad y Patria Grande.

Asimismo, legisladores porteños debatían el presupuesto 2017, la UTE exigió frente a la Legislatura «incremento del presupuesto educativo, reducido del 30 al 18 por ciento, y recomposición salarial ante pérdida de diez puntos del poder adquisitivo por inflación, «remunerativa, escalafonaria y bonificable para todas las horas y cargos«.

López también exigió «el respeto del Estatuto Docente, que el gobierno porteño procura modificar unilateralmente en relación con la capacitación», y explicó: «el conocimiento se construye, deconstruye y reconstruye, pero el Ejecutivo intenta fijar fecha de vencimiento a la capacitación para fomentar un mercado de cursos, desoyendo así el reclamo histórico de gratuidad».

También el dirigente demandó que el presupuesto incluya solución para «falta de vacantes, ya que se incumple la Constitución de la ciudad y deja en la calle a once mil niños».