El senador nacinoal Julio Cobos fue el encargado, como miembro informante del oficialismo, de fundamentar los acuerdos alcanzados entre el Gobierno Nacional y la mayoría de las provincias en relación a la responsabilidad y consenso fiscal, y a la reforma previsional.
El exvicepresidente de la nación señaló que “el último pacto fiscal fue celebrado en 1992 y se impulsó a raíz de los cambios en las condiciones del sistema de jubilación, donde aparecieron las AFJP y por lo tanto había que financiar el sistema de repartos que se quedaba sin recursos, sin posibilidades de financiar a aquellos que estaban ya gozando de esos beneficios. De esta manera las provincias cedieron el 15% de la coparticipación correspondiente al impuesto a las ganancias. Pasaron muchos años y aparecieron juicios de provincias, por ejemplo Buenos Aires, Santa Fe, San Luis y Córdoba a los que se sumaron otras, lo que ocasionó una litigiosidad entre Nación y Provincias muy grande, con cifras millonarias. Para dar un ejemplo, solo de la Provincia de Buenos Aires se habla de una cifra cercana a los 400 mil millones de pesos” y agregó “Por eso es imprescindible ordenar esta situación, ya que hay responsabilidades en común que tenemos como Estado entre Nación, Provincia y Municipio que hay que resolver con armonía, que es uno de los objetivos de este pacto fiscal. Por eso este acuerdo propone derogar el artículo 104 de la ley de Impuesto a las Ganancias, donde se afecta el 20% de la recaudación a la Anses y el 10%, con el tope de 650 millones de pesos congelado, a la provincia de Buenos Aires, en concepto del Fondo del Conurbano. También se modifica el impuesto al cheque, el cual se coparticipa el 70% a la nación y el 30% a las provincias. Es un impuesto específico que tenía una finalidad puntual, pero que se extendió indefinidamente. Se resolvió que este impuesto vaya íntegramente al Anses”.
Cobos destacó que “tanto Nación y Provincia deben recuperar el superávit fiscal, porque cuando se gasta más de lo que ingresa comienzan los problemas: emitimos moneda o nos endeudamos, y acá el esfuerzo debe ser compartido entre Nación y Provincia. Por eso surge la ley de responsabilidad fiscal, que es una modificación de la ley votada en el 2004. En esos años, cuando se cumplía con la responsabilidad fiscal, teníamos superávit fiscal, dólar competitivo, reservas en el Banco Central, balanza comercial positiva; eran momentos en los que teníamos inflación de un dígito. Nuestro gobierno pretende alcanzar nuevamente esas metas en el 2019, por eso este compromiso gradual de reducir el déficit. Estos acuerdos generan compromisos, y ordenamientos para recuperar la inversión del Estado en áreas esenciales como salud, seguridad y vivienda”.
“En lo que respecta al régimen previsional se lo va a tratar de acuerdo a una comisión bicameral que tendrá un plazo de dos años para tratar el fondo de la cuestión. Pero ya hubo una señal por otra parte del gobierno y de este Congreso que fue la reparación histórica. Lo que se persigue ahora es mantener la intangibilidad en el tiempo, producto de la inflación y de la evolución salarial”.
“En síntesis, el consenso fiscal está compuesto de fundamentos, de compromisos comunes entre Nación y Provincia y garantías del estado nacional de que ninguna provincia perciba menos de lo que hoy percibe. Necesitamos recuperar el aparato productivo, por eso el compromiso de reducir impuestos distorsivos, armonizando tasas fiscales coherentes y no las diferencias que tenemos en nuestro país en la actualidad. Lo que necesitamos en el país es que Nación, Provincia y Municipios trabajen con su responsabilidades de manera armónica, administrando eficientemente los recursos para no tener que andar peregrinando por la justicia” concluyó Cobos.