El Senado sancionó el proyecto unificado de varios senadores, entre ellos el de Julio Cobos, sobre promoción de la alimentación saludable.
El exvicepresidente de la nación manifestó que “En esta sesión hemos tratado dos proyectos muy importantes: la declaración de interés público sobre las vacunas contra el covid-19 y el de alimentación saludable. Hay un factor común entre ambos: la salud. La pandemia que afrontamos ha llevado a una cantidad de contagiados numerosa, también hay que decirlo de recuperados, y lamentablemente de fallecidos. Siempre cuando se da el parte de fallecidos se indica si el paciente tiene alguna comorbilidad, porque este virus afecta con mayor virulencia a personas que registran algún tipo de problemas de salud, fundamentalmente vinculados con la obesidad, con problemas cardiovasculares, con algún problema de diabetes y ahí donde encontramos el factor común, por eso no sé si es casualidad que hoy estamos tratando los dos proyectos en forma conjunta”.
“El etiquetado de alimentos se discute desde hace tiempo. Los primeros proyectos fueron presentados por miembros del oficialismo y la oposición allá por el 2016. Tenemos más del 60% de la población con exceso de peso, y dentro de ese núcleo poblacional, el 32% con obesidad, es decir más de 27 millones de argentinos que tienen este problema”.
El legislador radical señaló que «El objetivo de este proyecto, que ha sido consensuado con el aporte de muchos senadores y senadoras, tanto de la oposición como del oficialismo, es la promoción de la salud a través de una alimentación adecuada, que se logra advirtiendo a la población sobre qué vamos a consumir, con una advertencia clara, que no confunda y que tenga alto impacto para así prevenir la malnutrición”.
“Este sistema de etiquetado que proponemos ya se ha incorporado en muchos países asociados al Mercosur, como es el caso de Uruguay y Brasil y podemos mencionar a Chile y México. Chile que fue el pionero, hizo varios focus group para ver cuál era el mejor sistema y se llegó al octógono negro con reborde blanco, con letras blancas, que expresen cuando hay exceso de calorías, exceso de grasas, exceso de azúcar y de sodio”.
El senador mendocino expresó que “Estamos ante una asimetría de información entre el que produce el alimento, que sabe lo que está poniendo, y el consumidor que no sabe, porque es muy difícil leer en un envase la letra chica. Además, no estamos en contra del azúcar o de la sal, tal es así que un envase de azúcar se va a poder comprar y no va a encontrar un etiquetado porque no se está escondiendo nada, el que compra azúcar sabe lo que está comprando, pero quien compra una gaseosa regular de 600 cm3, no sabe que tiene 16 cucharadas de azúcar. Nos parece que este sistema de etiquetado es perfectamente claro, advierte a la población, es un derecho del consumidor y estamos actuando en beneficio de la prevención de la malnutrición”.
“Hablamos de enfermedades crónicas no transmisibles, pero a veces se puede transmitir con la publicidad engañosa, sobre todo a los más chicos, con las informaciones nutricionales complementarias donde aparecen un personaje de algún dibujito, un héroe deportivo, una figura de la televisión. Estas cosas van a estar prohibidas cuando el envase tenga alguna de las leyendas de advertencia, para no confundir o engañar sobre todo a los más chicos o estimular el consumo de productos que no cumplen con las condiciones de la OPS en cuanto a los nutrientes”.
“El Estado tiene que ser responsable en las adjudicaciones y en las compras que realiza, dándole prioridad a los productos que cumplan con la alimentación saludable. Cuando no se cumpla la ley vamos a remitir a la ley de lealtad comercial y al decreto reglamentario de esta ley donde están establecidas perfectamente las penalidades”.
“Quiero romper algunos mitos. Nosotros no queremos demonizar ningún producto, ni estamos prohibiendo nada, ni aumentando impuestos para forzar a la industria a adecuarse. Estamos advirtiendo a la población, después la gente tendrá derecho a consumir lo que quiera, pero estamos advirtiendo mediante un etiquetado claro y simple, más las leyendas que tiene que ver con la prevención vinculada de los edulcorantes y con la cafeína para nuestros niños. El tema del Mercosur es otro mito, porque la ley prevé que esto pueda ser adecuado y modificado, además de que ya varios países tienen leyes similares”.
“Siempre se reclama a la dirigencia política que no nos ponemos de acuerdo, hoy estamos dando muestra que las distintas fuerzas políticas consensuamos una política de estado en relación a la salud de la población argentina. Ahora nosotros le pedimos al sector empresario que utilice todo el esfuerzo que ha usado hasta ahora para conseguir más plazo o para conseguir un mecanismo de advertencia que sea inocuo; que se concentre en adecuar los productos alimenticios pensando en el beneficio para nuestra población. Ojalá el inicio del próximo año nos encuentre con la vacuna desarrollada, con nuestros chicos en la escuela y con una ley de etiquetado sancionada y promulgada por el Poder Ejecutivo” finalizó Cobos.