El edificio de la Legislatura porteña es de acceso público y la ley aclara que no se realizarán actividades comerciales. Sin embargo, hubo un desfile de modas donde la entrada costaba 700 pesos. Las autoridades argumentaron que era a beneficio.
La Legislatura porteña es un edificio de acceso público, pero el martes por la noche para ingresar se debía tener una tarjeta que tenía de 700 pesos. El motivo era un desfile que reunió 500 personalidades. Las autoridades porteñas indicaron que fue a beneficio de la Fundación de Asistencia al Hospital de Clínicas.
La gala, que sirvió para la presentación de la colección “Fractal” del diseñador Gabriel Lage, fue en los salones Dorado y San Martín de la Legislatura, y los fondos serán para la finalización de la sala de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital de Clínicas, al igual que el año pasado, cuando las modelos usaron como pasarela un espacio dentro del Teatro Colón.
Entre los concurrentes, estuvieron empresarios, representantes diplomáticos, ex modelos, actrices y dirigentes políticos, que pagaron un bono contribución de 700 pesos para participar de un evento de carácter privado en un lugar público.
Al desfile, conducido por el modelo Iván De Pineda, asistieron la presidenta Honoraria de la Fundación Asistencia Social, Mercedes von Dietrichstein de Zemborain; embajador de Estados Unidos en Argentina, Noah Mamet, y diputados de la Ciudad del PRO Jorge Garayalde y José Luis Acevedo, entre otros.
En la apertura, el vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo, afirmó: “nos llena de orgullo que la Casa de la Democracia de la Ciudad sirva como sede a un acto benéfico tan importante como éste, donde también disfrutaremos de un evento cultural de calidad”.
Según el decreto 177/08 de la Legislatura, que regula el uso de salones protocolares, las actividades permitidas en esos espacios parlamentarios deberán ser “institucionales, culturales, de divulgación científica, o preparatorias de las antedichas, incluyendo proyecciones o exposiciones y filmaciones”.
Asimismo, establece como una serie de actividades prohibidas, entre ellas, aquellas como “reuniones que impliquen, de manera directa o indirecta, principal o subsidiaria, el desarrollo de una actividad comercial, promoción de bienes o servicios o arancelada”.