El 25 de noviembre es el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, una observancia de la ONU impulsada por la sociedad civil con el fin de visibilizar, concientizar y promover acciones concretas para poner fin a la violación a los derechos humanos más frecuente: la violencia de género.
Este año, coincide en nuestro país con el cierre del primer Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres 2017-2019, una deuda que el Poder Ejecutivo tenia con la ciudadanía desde la adopción de la Ley 26.485 en 2009 y cuya implementación efectiva constituía el punto uno de las demandas de la histórica marcha #NiUnaMenos en 2015.
¿Qué cambió con el Plan? Principalmente, que la eliminación de la violencia contra las mujeres dejo de ser un tema de «algunas» y paso a ser una línea de trabajo permanente integrada a las distintas áreas del gobierno nacional con resultados concretos en materia de políticas públicas.
En materia de prevención, resultan sustantivos los avances realizados en el marco del Consejo Federal de Educación, a través de las resoluciones que establecieron que se incluya en los planes institucionales la Educación Sexual Integral y la inclusión de contenidos de carácter obligatorio de la temática género y violencia contra las mujeres en trayectos formativos, cursos, evaluaciones de ascenso a cargos directivos y de supervisión. Estos avances en materia formativa se suman a las campañas de comunicación y difusión elaboradas en distintos ámbitos de la administración pública destinadas a visibilizar los distintos tipos y modalidades de violencia y brindar recursos de atención y la creación del Observatorio de Violencia Simbólica y Mediática del INAM, una instancia que tiene como objetivo promover la remoción de patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres en medios de comunicación.
En lo que respecta a atención integral son muchos los avances; el fortalecimiento, ampliación y consolidación de la Linea 144 como recurso nacional gratuito y confidencial para mujeres en situación de violencia que atiende las 24hs en todo el país. Recibimos una Línea que funcionaba como un servicio de consulta y la reconvertimos en una herramienta para acompañar a las mujeres en todo el proceso de salida de la violencia. Generamos un dispositivo de seguimiento de casos para que aquellas mujeres que lo deseen sean recontactadas por nuestras profesionales. Invertimos más de 23 millones de pesos para mejorar el equipamiento y trabajamos con las compañías de telefonía celular para garantizar el 100% de la gratuidad del servicio: tengas o no tengas crédito. Para estar más cerca de quienes lo necesitan, generamos el dispositivo móvil «El 144 atiende en tu barrio» que permite acercar a las profesionales con las mujeres. Mediante un convenio con Trenes Argentinos creamos espacios de atención presencial en las Líneas Belgrano Sur y Sarmiento; el vagón de la Línea 144, donde profesionales especializadas brindan atención a las mujeres que lo requieran. También lanzamos una APP para ampliar el alcance de la Línea -en particular a las mujeres hipoacúsicas-, la cual cuenta con un test para la identificación de señales de violencia en una relación y el acceso a nuestra guía geolocalizada de recursos de atención en todo el país.
Todo este trabajo genero resultados contundentes. Registramos un aumento exponencial en la cantidad de llamadas recibidas. Entre 2016 y 2018 hubo un 48% más de llamadas, en particular de mujeres que contactaban por primera vez. En lo que va de 2019 recibimos más de 30 mil llamadas referidas a casos de violencia.
A ello se suman los avances en materia de protección con el establecimiento del sistema de dispositivos duales para el monitoreo de agresores; el patrocinio jurídico gratuito, y el Régimen de Reparación Económica para hijas e hijos de víctimas de femicidios, conocido como «Ley Brisa».
Gracias al impulso dado por la Comisión Tripartirta de Igualdad de Oportunidades de la Secretaria de Trabajo, se firmaron 5 acuerdos y 6 convenios colectivos de trabajo que han incorporado la licencia por violencia de género en el marco de la negociación colectiva. Ademas, desde 2018 el Ministerio de Seguridad implementa la Licencia Especial por Violencia de Género para las mujeres que integran las cuatro fuerzas de seguridad y en 2019 se incorporó la licencia por violencia de género de 15 días, pudiendo prorrogarse el plazo.
El Plan también permitió profundizar instancias de capacitación y formación, hoy impulsadas también por la implementación de la Ley Micaela gracias a la cual mas de 30 mil agentes ya ha sido formados/as.
Todo esto lo hicimos con la convicción y compromiso de que la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión es el camino certero para que las políticas sean eficaces y sostenibles en el tiempo. Es por eso que el monitoreo del Plan se hizo en el marco del Gobierno Abierto, de libre acceso para toda la ciudadanía.
Si bien hemos avanzado, aún queda mucho por hacer. Desterrar siglos de dominación patriarcal va a llevar tiempo, pero estamos en la senda correcta. Tengo la convicción de que profundizando el alcance de los planes nacionales, reforzando el compromiso de las provincias y, particularmente del Poder Judicial el cual todavía nos adeuda un profundo cambio de paradigma y acciones concretas en materia de género lograremos que el pleno cumplimiento de todos los derechos para todas las mujeres sea, en breve, una realidad. Hoy, la erradicación de la violencia contra las mujeres es política de Estado.
(*) Directora Ejecutiva Instituto Nacional de las Mujeres.