Confirmado: “Macri elige entre dos vicepresidentes, Fernando Iglesias o Luis ‘Beto’ Brandoni”. Por Claudio Hugo Naranjo
Mis últimos dos pronósticos no dejaron lugar a dudas: el 6 de febrero de 2019 anticipé que Cristian Fernández de Kirchner no era candidata a Presidente y después de la Feria del Libro aseguré que Cristina era la jefa de campaña de Alberto Fernández, las dos impresiones se plasmaron en realidad.
Luego de observar el descontento de los ‘Barones del Conurbano’ tras el dedo de Cristina de imponer a Axel Kicillof como precandidato a la gobernación de la provincia de Buenos Aires junto a la Intendenta de La Matanza, Verónica Magario, los Intendentes de la Tercera Sección Electoral, principalmente, ven complicada su reelección y van en busca de un corte de boletas -en el bajo fondo-, para no pasar al exilio, que augura una derrota estrepitosa.
Mauricio Macri, Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Marcos Peña y Emilio Monzó, leen la política bajo línea de flotación; con el cirujano apoyo de Jaime Durán Barba y Santiago Nieto, que anticipan cuales pasajeros cambiarán de avión en el aire, decidieron que el electorado de Cambiemos -los suyos-, los Desencantados –los suyos- y los Indecisos –los otros-, viajarán en un vuelo hacia Marte, el Planeta de la esperanza, el cual hoy necesita un cambio de astronautas.
Las mediciones televisivas –que son el ahora ya- dejaron ver que Luis ‘Beto’ Brandoni y Fernando Iglesias, tienen un amplio espectro de audiencia en todos los niveles sociales; los dos son creíbles. Los estudios dejan ver que el primero emociona en el universo televisivo y el segundo, marca la línea de combate que suma a los primeros y segundos –Cambiemos y Desencantados-, pero los dos no pertenecen al seno, a la matriz del PRO. Este dato elevado a las redes sociales, es la diferencia que hacen los analistas del oficialismo a la hora de hacerle definir al Presidente su Vice.
Mientras que Unidad Ciudadana, Alternativa Federal o el Frente Renovador, siguen los preconceptos matemáticos de los ’70, Cambiemos ingresa en los hogares argentinos para hurgar cuáles son realmente sus necesidades; ellos creen –los ciudadanos- que Brandoni o Iglesias, son auténticos defensores de sus ideas. Ahora falta que esos padres puedan convencer a sus hijos mayores de 16 años que el futuro no está en el pasado.
No es un problema que hoy lo pueden resolver ni Barba ni Nieto, es un desafío que está instalado en nuestros hogares; tengo seis hijos –de 16 a 36 años-, los seis votan a Cristina. Me pregunto, ¿qué puedo hacer en tan poco tiempo? Creo, con toda sinceridad a esta altura, algo… contar la historia-; pues bien, analicemos nuestras dificultades y pongamos en práctica la experiencia de los años vividos. Mis hijos tienen novias, amantes, esposas, ex esposas, ex esposos, hijas e hijos y nosotros a su vez, ya estamos separados de sus madres –o la gran mayoría-.
El escenario es complicado el tan solo revertir el pensamiento político de uno de ellos. Pero si les contamos nuestras propias historias, aquellas en que, desde Monte Grande para llegar a Constitución tardábamos una hora y media con suerte, o que desde Constitución al Obelisco demorábamos treinta minutos o que, en La Matanza o Quilmes no existía el Metrobús y para llegar a Capital tardábamos dos hora y medias, el conocimiento de nuestros seres queridos, pensando en el futuro, puede variar.
La libertad de acción, su libre albedrío no se discute. Queremos que ellos no pasen por las dificultades crónicas que cíclicamente atravesamos nosotros; no es imposición, es mostrarles que vean, que en tan solo cuatro años algo cambió. Mirarlos a los ojos –como lo hago- y decirles… es tu elección.
Mi peronismo, el que ya ustedes todos conocen, es pragmático, es decir, soy consecuente con mi origen, pero nunca me deje doblegar por los dogmas; busqué siempre desde mi simiente el bien común, los valores por los cuales se lucha por un ideal de país sin ideologías retrógradas, teorías viejas ni vetustas. Creo en el primer Perón, creo en Macri, creo que los dos vieron un país moderno, pujante, incursionando y empatizando con las grandes potencias mundiales. Solo deseo que sus hijos y los míos, sus nietos y los míos vivan en paz y orgullosos de este país.
El Presidente está atravesando por momentos difíciles, complicados. Fueron los mismos por los cuales tuvo que incursionar JF Kennedy, Winston Churchill, el mismo pueblo que no lo voto luego a Primer Ministro; Charles de Gaull en Francia, en su resistencia contra el nazismo. Los ejemplos sobran, los elegidos son pocos, el resto acompañamos, somos asistentes, esposa/os, hijos, funcionarios o ciudadanos, pocos somos ellos.
Hagamos un esfuerzo, es mentira que será el último, será un eslabón más en la gran cadena de la historia argentina. Habernos creído que ese esfuerzo que hicimos había sido el último, no nos permitió ingresar en el libro de la historia, tan solo fuimos la página 334. Faltan mil millones de años para que algo ocurra. Hagámoslo, sin esperar reconocimientos.
Macri y Vidal ya tienen a sus Vices, solo falta que nosotros… hagamos el resto.
Claudio Naranjo.
Escritor y Periodista.