Cristina Fernández y el para nada casual homenaje a Eva Perón (videos)
Nada es casual en el mundo de Cristina Fernández. Ni cuando enarbola un discurso. Ni cuando calla. Tampoco cuando elige una escueta frase o una foto (o ambas) como sucedió en la jornada de este martes para homenajear a Eva Perón.
Es que la actual vicepresidenta recordó a la “abanderada de los humildes”, a través de sus redes, con una frase: «Eva Perón, una pasión Argentina», acompañando el mensaje con una foto del Ministerio de Desarrollo Social donde se observa en ambas caras el rostro de la ex Primera Dama.
Es que fotos de Eva hay de sobra, pero esa es particular. Es especial porque uno la mira y asocia la imagen con la Evita oradora, la de los discursos en el balcón de la rosada. La de las frases icónicas que quedaron para siempre en el inconsciente colectivo de una nación (Y referimos a todos, a los pro-Eva y a los de la vereda opuesta).
Eva Perón, una pasión Argentina. pic.twitter.com/kS8ICCl9Tr
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) July 26, 2022
Y luego el emblemático edificio donde está emplazada la imagen gigantesca. El Ministerio de Desarrollo Social (otrora la llamada Dirección Nacional de Asistencia Social). El lugar, el “campo de batalla”, la cancha donde Eva supo jugar su partido. Donde se hizo inmortal. Donde plasmó con hechos aquello que en el papel rezaba “donde hay una necesidad, nace un derecho”.
El tiempo y el contexto tampoco es un detalle que pasó inadvertido para CFK. Porque elegir ese edificio, en épocas donde esta “caliente” aun el debate por el manejo de los recursos para la asistencia a las necesitados, la creación de un Salario Básico Universal y la disputa con algunas Organizaciones Sociales, claramente no es casual.
«El peronismo no es depender de un dirigente para que me dé el alta o la baja de un plan, el peronismo es laburo», sostuvo Cristina al cerrar un acto de la CTA por el Día de la Bandera en la localidad de Avellaneda, antes de agregar: «Si los viera Evita…si los viera Evita».
Evita el Espejo de Cristina
En alguna entrevista, la biógrafa de la presidenta del Senado, Olga Wornat, aclaró que «a Cristina no le gusta que la comparen con Eva». No obstante la búsqueda de similitudes es inevitable.
Ambas son las dirigente políticas argentinas más conocidas internacionalmente, y sin dudas con al menos un capítulo en los libros de historia del país.
Eva Perón creció en medio de una familia humilde, de la provincia de Buenos Aires. Se estima el vivir en la pobreza y el haber sido discriminada por ser la «segunda familia ilegítima» de su padre, allanaron al camino a su activismo social.
Cristina Fernández, en cambio, proviene de una familia y su discurso orientado a la igualdad social se forja como militante de la Juventud Peronista, a principios de los años 70.
El contenido de sus discursos públicos conlleva una ideología muy similar, pero acaso es en la manera de hablar ante sus seguidores lo que para, algunos, una se parece a la otra.
En este aspecto Marysa Navarro, quien escribió una reconocida biografía de Evita y es docente del Instituto de Estudios Latinoamericanos de Harvard, detalla que “Cuando CFK habla de Néstor y no lo nombra, pero habla de ‘él’, adquiere una personalidad muy fuerte y habla con un tono que no es político, que es más emotivo. Esos discursos recuerdan al estilo retórico de Evita en algunos momentos, sobre todo en sus últimos años, cuando se acerca su muerte».
Eva, la referencia de CFK
“Ella era la amazona de la igualdad y de la libertad, por sobre todas las cosas, porque había sufrido en carne propia la desigualdad, la injusticia y los prejuicios de la sociedad” dijo alguna vez la actual Vicepresidenta al recordar a la mujer de Perón.
Destacó, en aquellas palabras, que “a los grandes no se los recuerda llorando, a los grandes se los recuerda combatiendo, luchando y trabajando por llevar adelante sus ideales” y sostuvo que el legado de Eva “está en los cientos de jóvenes que se incorporan a la política. Y que las llevan en su corazón, en sus banderas, estampada en sus remeras, en los movimientos juveniles, en las universidades, en los sindicatos”.
“No es solamente una representación política: Eva Perón es un auténtico ícono histórico y cultural de todos los argentinos” supo recalcar incluso.
Y acaso, como si en cada palabra se viera reflejada ella misma, Fernández sostiene que Evita fue, en su época, “la más odiada, pero la más amada; la más insultada, pero la más venerada; la más vejada, pero hoy eternamente victoriosa, mirando a la historia definitivamente, con el amor de su pueblo y el reconocimiento de todos los argentinos”.
Incluso, existió un discurso donde la ex presidenta no vaciló al afirmar que “Eva es la Argentina”
“yo creo que pocas cosas simbolizan como la figura de Eva la historia de las últimas décadas de la Argentina. Eva significó una desclasada que surgía, mujer, no le faltaba nada como digo yo siempre, hija no reconocida al principio, hija extramatrimonial, pobre, mujer, artista. Hoy ser artista tiene un prestigio fantástico pero ser artista allá en la década del 40 para una mujer era casi un sinónimo de ser prostituta, vamos a decirlo con todas las letras. Esa mujer pobre que vino del interior de la provincia de Buenos Aires, que la artista la ha significado en todas las Evas que hay dentro de ella, con sus contradicciones, con sus complejidades pero en definitiva con su balance definitivo de haber ingresado a la historia. Y esa Eva que aparece y desaparece en la historia argentina, es como el pueblo que también lo ocultan cuando parece muerto, lo desaparecen lo ultrajan, vuelve a emerger, lo vuelven a ocultar, pero una y 1000 veces vuelve. Por eso Eva es la Argentina” argumentó en aquella introducción a la 55 Bienal de Venecia del año 2013.