Romina Del Plá, diputada del PO-FIT, envió preguntas y reclamos a la ministra Elizabeth Gómez Alcorta para que responda en la comisión de Mujeres y Diversidad sobre la situación de las mujeres en cuanto a violencia, femicidios, precarización laboral y despidos.
“Dos semanas después, el problema se agravó. Por eso, ante la reprogramación de la comisión, insistimos: tenemos un ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad que niega la gravedad de la violencia contra estos sectores, las cifras de femicidios y su incremento bajo la cuarentena. Mientras todos los delitos bajan hasta 50% bajo la cuarentena, se mantiene la cantidad de mujeres asesinadas y se incrementan casi 50% las llamadas a los números de referencia, sin embargo, entre el 8 y el 11 de abril la ministra realizó un raid mediático negacionista de la realidad que se vive, intentando minimizar la situación, como se puede ver en sus respuestas en todos los medios de comunicación. Esto es un escándalo”.
“Las críticas de distintos sectores del movimiento de mujeres a la anodina campaña del barbijo rojo desnudan una orientación que delega la responsabilidad de denunciar y actuar sobre las víctimas, y la inacción completa del ministerio. Para agravar el cuadro, responde a las críticas por su inactividad contraponiendo la asistencia a las mujeres que denuncian a través de casas refugio con la exclusión del hogar del violento, cuando ambas son políticas complementarias que debieran ejecutarse. Sin embargo, el ministerio no garantiza ni una cosa, ni la otra ni nada”.
“Una gran cantidad de mujeres no cuentan con medidas de protección, muchas excluidas del subsidio de $10.000 (Ingreso Familiar de Emergencia), que no sólo es absolutamente insuficiente, sino que no lo cobra el amplio universo de mujeres que cuentan con algún miembro del grupo familiar que tenga un plan social. No vimos al ministerio de las Mujeres hacer nada por ellas y por aquellas trabajadoras domésticas a las que sus empleadores transformaron el IFE en un subsidio patronal”.
“Lo que sí hizo el Gobierno en esta cuarentena es reforzar la presencia y el financiamiento de las iglesias más rancias y antiderechos, como la Iglesia Católica y el reagrupamiento de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), que son verdaderos combatientes, no de la pobreza, sino de la libertad y los derechos de las mujeres. Este reforzamiento, que tiene una fuerte expresión en el copamiento del ministerio de Desarrollo Social por parte de estos sectores, es reaccionario en varios sentidos. Reclamamos que se presente el proyecto de aborto que debía tener preparado el Gobierno, porque lo iba a presentar el día que comenzamos con la cuarentena, para que se pueda evaluar y discutir entre el movimiento de mujeres, y para impedir que el lobby clerical, que está muy próximo al Gobierno, influya aún más en este tema«.
“Toda la política del Gobierno evitó destinar fondos al ministerio, los cuales están destinados al pago de la deuda externa en una proporción infinitamente superior a los fondos destinados a la cuestión de la cuarentena”.