Diputada del Parlasur denuncia por discriminación y maltratos al Gobierno Nacional
Fernanda Gil Lozano, Legisladora internacional por el Frente Renovador UNA, denunció que le impidieron la entrada en Casa Rosada para participar de un encuentro junto al resto de los parlamentarios del Mercosur. Cree que quisieron echarla por haber denunciado públicamente y en varias oportunidades a la gestión macrista.
La delegación argentina del Parlasur iba a ser recibida por el Secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Fulvio Pompeo, y por Fabián «Pepin» Rodríguez Simón, asesor del Presidente Macri en temas legales.
En ese marco, la Diputada denunció que luego de hacer todos los trámites pertinentes para el ingreso, miembros de seguridad de la Casa de Gobierno le comunicaron sin motivos que “no estaba habilitada para formar parte de la delegación que iba a reunirse con los funcionarios del Gobierno”.
Tras esto, la referente del massismo detalló que “en medio de un escándalo, que incluyó gritos y empujones, la solidaridad del resto de los diputados hizo que se reviera la situación y, con desgano, los mismos agentes de seguridad le informaron que podía acceder al salón en el que se iba a celebrar el encuentro”.
A su vez, explicó que “supuestamente, el motivo de la invitación del Ejecutivo Nacional era “escuchar el reclamo de los diputados del Parlasur, a quienes no se les han asignado recursos para que desempeñen las tareas para las que fueron electos y se les adeudan sus dietas desde que asumieron, el 10 de diciembre de 2015”. Sin embargo, una vez adentro, los legisladores observaron que se había organizado un brindis de fin de año que nada tenía que ver con las demandas de los parlamentarios”.
En ese marco, luego de estar más de treinta minutos aguardando la llegada de los funcionarios nacionales, la Diputada del massismo denunció que “alguien, de quien prefirió preservar su identidad, le dijo que los anfitriones se negaban a bajar debido a su presencia en el lugar”, ante lo cual, para evitar mayores inconvenientes, decidió abandonar la Casa Rosada.
Entre sus reclamos, la parlamentaria había culpado al Macrismo de “querer destruir el Parlasur” y de “incumplir la ley, sumergiendo en el abandono a los Diputados electos por el pueblo”. También había denunciado al Gobierno de pinchar los teléfonos de los Diputados.
Al respecto, Gil Lozano consideró que se sintió “maltratada y discriminada” y agregó que “nadie merece tener que atravesar una situación como esa, independientemente del espacio político al que pertenezca y a los reclamos que haya hecho durante la actual gestión”.
Finalmente, la parlamentaria reconoció que no descarta “avanzar judicialmente” y exigió “disculpas públicas por los hechos detallados”.