La diputada nacional del Frente de Todos, Estela Hernández, expresó que lo que se pone en juego ahora es algo más que un acuerdo entre la Argentina y el FMI.
El viernes 11 por la madrugada, en la Cámara Baja se le dio media sanción al acuerdo para refinanciar con el Fondo Monetario Internacional, deuda preexistente tomada por el Gobierno del ex presidente Mauricio Macri.
La aprobación de dicho documento significa indudablemente una herramienta para hacer un poco menos complejo el plan de gobierno que encabeza el presidente Alberto Fernández y la vicepresidente Cristina Fernández, y que además debió sobrevolar desde los primeros meses de gestión en el marco de un contexto de pandemia de acuerdo a la mirada oficialista.
Al respecto la legisladora declaró: “Quiero que quede claro que muchos no estamos enamorados del acuerdo ni mucho menos de la deuda heredada, pero el no aprobar el proyecto es indefectiblemente la decisión de mantener aún firmes las cadenas que nos atan y que nos seguirán atando de pies y manos al FMI”.
En tal sentido agregó: “la independencia económica es crucial para cualquier país y que mientras más se dilate este documento evidentemente más consecuencias habrá. No podemos repetir la historia y que los intereses de deuda sean tan o más importantes que la deuda en sí misma. Sabemos que estamos en las puertas de un default, que para provincias como la que yo represento, Chubut, la no aprobación de este acuerdo representaría un nuevo problema no sólo para el Estado sino también para los municipios y las empresas que legítimamente pretender crecer”.
Asimismo, la legisladora se refirió a la profunda crisis que atraviesa hoy la Argentina, e hizo hincapié en que “refinanciar una deuda preexistente no debe representar como algunos quieren hacerlo ver, una traición, sino una clara decisión de despejar el camino para permitirle a la Argentina volver a crecer, recaudar sin ajustes lo que se necesita y así repetir nuevamente la gran odisea que allí por el 2005 protagonizó nuestro querido y recordado compañero, Néstor Kirchner”.
Cabe señalar, que es la primera vez que un documento de esta naturaleza llega al Congreso de la Nación. En este marco, cumple con la ley de Sostenibilidad de la Deuda Pública aprobada en el 2020, un paso valorado en plena democracia ya que dicha acción habla de un marco de legitimidad y legalidad dentro del organismo competente.
Sin embargo, en este contexto, la diputada oficialista remarcó: “No hay nada para festejar. Que la deuda es ilegítima, sí; que el FMI reconoció que las cosas se hicieron mal y que la plata se esfumó, sí; que la deberían pagar los que la fugaron, claro que sí. Como una expresión de deseo todo esto suena muy lindo y sería lo lógico, pero a nivel práctico y técnico eso es imposible por donde se lo mire”.
También subrayó: “Cuánto me gustaría a mi y a gran parte del pueblo argentino que ellos paguen los platos rotos y se hagan cargo. Con sus fortunas y con las de un ramillete de beneficiados cuánto oxígeno que se le podría dar al país en un acto de caridad; pero si con un impuesto a las grandes fortunas ya hay llantos desconsolados por doquier y encima son amparados por la Justicia, qué más podemos esperar que la incertidumbre y las buenas intenciones”.
En el mismo sentido, añadió que “si el Poder Judicial que es el órgano competente y el que debe investigar lo ocurrido no hace lo propio, no caben dudas que tampoco van a ser condenados los culpables de este fraude y traición a la Patria y esto no es futurismo, es realidad palpable”.
Para finalizar enfatizó en que “sólo queda apelar a la memoria del pueblo argentino, a que el Poder Judicial rompa el cristal que les impide ver más allá y el mea culpa de los reprobados… reprobados que aún hoy intentan dar cátedra de economía y que no toleran que se les diga la verdad porque eso les significaría torcer el brazo y claro que no les conviene porque aún quedan muchas mentiras y estrategias de persuasión en marcha y en pos de mantenerse enquistados para responder a la corona”.