Para los que cubrimos periodismo parlamentario hace un tiempo que venimos escuchando a la Diputada Nacional del Frente de Todos Gabriela Cerruti hablar de «la revolución de las viejas».
Pocos sabían de qué se trataba y no menos eran los que creían que se trataba de una vacua consigna.
Sin embargo; en el día de la fecha pudimos enterarnos de qué se trataba.
La propia legisladora expresó: «Hace unos días te decían que tenías que trabajar, criar hijes (sic), tener sexo, y cambiar el mundo. ¿Y hoy, no estás mayor para esa ropa? ¡Si el mundo no esta preparado para la revolución de la longevidad, que cambie el mundo!».
Hace unos días te decían que tenías que trabajar, criar hijes, tener sexo y cambiar el mundo. Y hoy: ¿No estás mayor para esa ropa? Sos muy grande para este trabajo.
¡Si el mundo no está preparado para la revolución de la longevidad, que cambie el mundo!https://t.co/SwGbgqdQBv pic.twitter.com/fy2AzP5vt1
— Gabriela Cerruti (@gabicerru) May 3, 2020
Finalmente completó: «Presentamos un Proyecto de ley contra el edadismo (sic). Necesitamos impedir la estigmatización y discriminación por motivos de edad y promover acciones para garantizar una vejez plena de derechos’.
Vale recordar que la diputada Cerruti pertenece a la coalición oficialista del Frente de Todos cuya identidad, según sus propios integrantes, es de raigambre peronista, por cual resulta, cuanto menos curioso, la propuesta de una nueva Ley en vez de fomentar la restitución de los «derechos a la ancianidad» reglamentados en la Constitución Nacional de 1949, derogada ilegalmente por un Bando Militar de un Gobierno de Facto.
La misma fue proclamada el 28 de agosto de 1948, María Eva Duarte de Perón bajo la convicción de que era necesario trascender las meras declaraciones.
Entonces la Fundación Eva Perón promovió la construcción de cientos de Hogares mixtos de Ancianos y se obtuvo la sanción de una ley que otorgaba pensiones a los mayores de 60 años sin amparo.
De esta forma Argentina fue precursora en la incorporación en su legislación de los derechos de los adultos mayores. Meses más tarde, el 18 de noviembre de 1948, éstos fueron proclamados también por el Tercer Período de Sesiones de la Tercera Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Los derechos de la ancianidad fueron añadidos a la Constitución de 1949, entre los cuales estaban el Derecho a la Asistencia, Derecho a la Vivienda, Derecho a la Alimentación y el Derecho a la Tranquilidad, entre otros tantos.
Lo cierto entonces es que será el Congreso el que decida si dará curso a esta iniciativa o la misma, como sucedió con lo proclamado por Eva, quedarán en el olvido de los sueños de una vejez más justa y solidaria.
El Proyecto Actual