Diputados convierte en ley proyectos para beneficiar a trabajadores viñateros
La Cámara de Diputados convirtió en ley esta madrugada los proyectos de un régimen jubilatorio para los trabajadores de la actividad vitícola y de una reforma del Estatuto del Contratista de Viñas y Frutales en relación con la indemnización y la mensualidad que percibe el contratista.
El proyecto sobre el régimen jubilatorio para los trabajadores viñateros se aprobó con 173 votos que fueron aportados por el Frente de Todos, los interbloques Federal y de Unidad para el Desarrollo, Acción Federal, la izquierda y la mayoría de Juntos por el Cambio, aunque hubo 22 que correspondieron a esa fuerza política.
De acuerdo a esa iniciativa diseñada por la senadora mendocina del Frente de Todos Anabel Sagasti Fernández, los trabajadores de la actividad vitícola podrían jubilarse con 57 años cuando tengan acreditado 25 años de servicios.
La contribución patronal respecto de las tareas referidas será la que rija en el régimen común (Sistema Integrado Previsional Argentino) incrementada en dos puntos porcentuales.
Al abrir el debate, la presidenta de la comisión de legislación Laboral, Vanesa Siley (Frente de Todos), señaló que «las condiciones extremas de labor a las que son sometidos los trabajadores de viña provocan generalmente secuelas físicas y psíquicas. Con este proyecto de Régimen Previsional estaríamos beneficiando a alrededor de 40 mil personas».
Por su parte, la diputada del Frente de Todos Marisa Uceda señaló que «vengo de la provincia de Mendoza, donde está el 70 por ciento de las hectáreas productivas de la viticultura. Para nosotros este reconocimiento es fundamental para seguir apoyando a los y las trabajadoras».
En tanto, el radical puntano Alejandro Cacece señaló que Juntos por el Cambio respalda el proyecto «para equidad al régimen previsional de los trabajadores rurales: venimos a reparar una exclusión específica que hubo hace diez años”
Por su parte, el diputado de Unidad y Equidad para el Desarrollo José Luis Ramón dijo que «tardamos 10 años en reconocer los beneficios de los trabajadores agrarios para los trabajadores de viñas. Los proyectos dan una solución a más de 44 mil trabajadores»
En el cierre del debate, el vicepresidente segundo del cuerpo, José Luis Gioja, destacó que la reforma del el sistema jubilatorio para los trabajadores viñateros «viene a escribir una página más en la historia de la justicia social argentina, y del peronismo también», y dijo que «el reconocimiento a los trabajadores siempre molesta, sobre todo a patrones».
Por otra parte, el plenario legislativo aprobó con 193 votos una modificación del Estatuto del Contratista de Viñas y Frutales donde se establece que el contratista tendrá una mensualidad mínima y se modifican las condiciones de la indemnización.
El proyecto establece que en los casos en que la «rescisión del contrato de viñas y frutales se produzca sin causa justificada y antes del vencimiento del año agrícola, el contratista debe percibir la indemnización por antigüedad aun cuando no se complete el primer año de trabajo».
También, la iniciativa determina que «la remuneración mínima por hectárea y por año (mensualidad) debe ser fijada por la Comisión Paritaria que se crea por este estatuto».
Cada una de las doce mensualidades fijadas no puede ser, bajo ninguna circunstancia, menor a la fijada durante el período agrícola anterior, según el texto.
Asimismo, corresponde al contratista un porcentaje de la producción, que en ningún caso puede ser inferior al 15% ni superior al 19% de ésta, deducidos los gastos de cosecha, acarreo y todos aquellos comunes y normales en la comercialización de las uvas y frutas.
Según un informe, ambas iniciativas abarcan un universo total de cerca de 38 mil argentinos y argentinas, de los cuáles entre el 60 y el 65 por ciento son de la provincia de Mendoza aunque abarca también a San Luis y San Juan y Salta.
Actualmente, los contratistas cobran 10 mensualidades y a partir de la modificación pasarán a percibir 12 y conservarán el 15 por ciento de la producción que comparte en manera de sociedad con el dueño de la finca.