Diputados emitió dictamen sobre el nuevo marco regulatorio de Biocombustibles
Un plenario de las comisiones de la Cámara de Diputados emitió dictamen favorable a un proyecto que establece un marco regulatorio de la ley de biocombustibles, que propone un corte del 5% para el gasoil y el biodiesel y del 12% entre naftas y bioetanol.
El plenario de las comisiones de Energía y Combustibles y la de Presupuesto y Hacienda de la cámara baja se realiza en el Salón Anexo del cuerpo legislativo, aunque hay un conjunto de legisladores que participan en forma remota debido a que se encuentran en los grupos de riesgo o padecen alguna enfermedad.
El presidente de la comisión de Energía, Omar Felix, (Frente de Todos) preside la reunión desde el Salón 2 del Anexo C mientras que el titular de Presupuesto Carlos Heller lo hace en forma virtual, dado que el oficialismo considera que el protocolo permite que los legisladores mayores a 60 o con alguna enfermedad puedan participar en forma virtual.
El vicepresidente de la comisión, el macrista Omar Demarchi, cuestionó que haya legisladores que lo hagan en forma virtual para tratar un dictamen y dijo que mandaron una nota para comunicar que no daba su consentimiento para tratar el despacho.
- El dictamen que diseñó el oficialismo se basa en el proyecto presentado por Félix y Marcos Cleri y busca reemplazar la Ley que estableció el Régimen de Promoción de Biocombustibles, que, luego de 15 años de implementación, fue prorrogada hasta el 12 de julio.
Ese despacho de mayoría tendrá como puntos centrales los porcentajes de los cortes entre gasoil y biodiésel y bioetanol con caña de azúcar y con maíz, y otorga facultades a la Secretaria de Energía para subir o bajar esos porcentajes.
En ese sentido, el proyecto establece que se reducirá del 10 al 5% el corte obligatorio entre gasoil y biodiésel.
En el caso del combustible elaborado a base de caña de azúcar, los volúmenes deberán ser del 6% de la mezcla mínima obligatoria, mismo porcentaje establecido para el bioetanol a base de caña de maíz.
Otro punto del proyecto que genera debate es el artículo que establece que la Secretaría de Energía podrá «elevar el referido porcentaje mínimo obligatorio cuando lo considere conveniente en función del abastecimiento de la demanda, la balanza comercial, la promoción de inversiones en economías regionales y/o razones ambientales o técnicas».
De forma inversa, el corte podrá reducirse hasta el 3% «cuando el incremento en los precios de los insumos básicos para la elaboración del biodiésel pudiera distorsionar el precio del combustible fósil en el surtidor, o ante situaciones de escasez de biodiésel por parte de las empresas elaboradoras».
Otro punto del proyecto está vinculado con la sustitución de importación, al establecer que la autoridad de aplicación puede adoptar los medios para lograr ese objetivo con el «con el objeto de evitar la salida de divisas, promover inversiones para la industrialización de materia prima nacional y alentar la generación de empleo».
El proyecto mantiene beneficios impositivos al fijar que el biodiésel y el bioetanol no estarán gravados por el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y por el Impuesto al Dióxido de Carbono (ICO2).