Diputados| Se entregó la Mensión de Honor «Juan Bautista Alberdi» a Teatro Abierto 1981
Se trata de un movimiento cultural argentino surgido como respuesta social a la censura sufrida por el teatro argentino durante la última dictadura cívico-militar.
Nació por el impulso de un grupo de autores dispuestos a reafirmar la existencia de la dramaturgia argentina aislada por la censura en las salas oficiales y silenciada en las escuelas de teatro del estado.
En este contexto – a partir de un incendio intencional del teatro del Picadero en agosto de 1981, donde se estaba desarrollando el ciclo para visibilizar a los autores teatrales argentinos explícitamente marginados – se generó un movimiento cultural, político y estético. Con Teatro Abierto los artistas-más de 200- recuperaron la posibilidad de manifestarse frente al poder de turno y se demostró que el teatro es inseparable de las circunstancias que caracterizan cada momento histórico.
En ese marco la Cámara de Diputados de la Nación realizó la entrega de la Mención de Honor Diputado Nacional Dr. Juan Bautista Alberdi a “Teatro Abierto 1981”, en el Salón Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. El evento pudo verse en vivo desde el canal de YouTube de la Cámara y desde la cuenta de Facebook «Cultura Diputados» de la Dirección General de Cultura y Museo.
Invitado al homenaje el actor Jorge Rivera López y presidente de la Asociación Argentina de Actores de ese momento, leyó un manifiesto escrito por Carlos Origliana que se resume en el objetivo del movimiento: “demostrar la existencia y vitalidad del teatro argentino tantas veces negada, ejercitar en forma adulta y responsable la libertad de expresión y encontrar nuevas formas de expresión que nos liberen de esquemas chatamente mercantilistas”.
En la misma línea, Ricardo Halac, integrante del movimiento expresó que Teatro Abierto “no fue una solicitada por la libertad de expresión sino que fue una muestra teatral y un manifiesto. Todos los que lo integraron pusieron el cuerpo y su creatividad, a través de sus obras el objetivo era darle una respuesta a la dictadura”. “Lo que tuvo de original es que para ser frente a la dictadura se juntaron autores, directores, actores de diferentes estilos estéticos y podían generar una chispa en la libertad de expresión”. “Nos merecemos este galardón y lo vamos a cuidar es la voluntad para tener una cultura libre”, dijo.
Teatro Abierto se inauguró el 28 de julio de 1981 en el Teatro del Picadero, una sala de la periferia del centro poteño recién inaugurada, y desde la primera función provocó una convocatoria de público entusiasmado que desbordó las 300 localidades previstas. Las funciones se realizaban en un horario insólito, a las 6 de la tarde, y el precio de la entrada equivalía a la mitad del costo de una localidad de cine.
Ángel Grass, director general de Cultura leyó una nota de la presidenta de la Cámara de Diputados de la Nación, Cecilia Moreau: “La mención a teatro abierto busca homenajear a todos los autores, autoras, actores, actrices, directores, técnicos y trabajadores en general que dieron forma a este mítico movimiento teatral. Algunos aquí presentes y les agradecemos su presencia”. “El cobarde ataque que recibió el Teatro Picadero cuando un grupo de tareas de la dictadura incendió sus instalaciones no acalló las voces de estos artistas que buscaron la forma de seguir con el apoyo de toda la comunidad teatral, fue la forma de resistencia pacifica de los árticas contra el régimen dictadorial”. “Desde la H. Cámara de Diputados no queremos olvidar estos hechos y de esta manera homenajeamos a todos sus integrantes a los que están y a los que no están”.
En el homenaje estuvieron presentes algunos de los principales referentes que participaron del movimiento, Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale- quienes tocaron unos temas para el público- Roberto “Tito” Cossa, Patricio Contreras, Mirta Busnelli, Carlos Rotemberg, junto a autoridades de instituciones culturales de la Nación y la Ciudad, y asociaciones del quehacer teatral local, entre otros. Asimismo, se entregó una distinción a la fotógrafa Julie Weisz, quien a través de su cámara brindó testimonio gráfico de esos años.