16 de septiembre de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Diputados y un emotivo homenaje a 30 años de la última reforma constitucional, con muchos de sus protagonistas

La Cámara de Diputados organizó un emotivo homenaje a 30 años de la sanción de la reforma de constitucional de 1994, en una jornada de debates de la que participaron muchos de los protagonistas directos de aquel proceso de construcción constituyente.

Esa construcción democrática de la convención constituyente fue el producto final de lo que comenzó siendo el célebre “Pacto de Olivos”, el cual quedó inmortalizado en la legendaria fotografía del entonces presidente Carlos Menem y quien lo precedió en el cargo, Raúl Alfonsín, caminando de espaldas en la quinta residencial.

Ambos eran además los líderes de los dos partidos mayoritarios de la democracia argentina, el Partido Justicialista y la UCR, respectivamente, en el marco de un sistema bipartidista que todavía gozaba de buena salud.

Muchos pusieron el foco en la posibilidad de la reelección en 1995 que le otorgó aquella reforma al riojano (con un segundo mandato por cuatro años), pero la realidad es que hubo reformas en muchas dimensiones.

Por ejemplo, la incorporación de derechos de tercera y cuarta generación, la creación de la jefatura de gabinete, la autonomización de la Ciudad de Buenos Aires, la implementación del balotaje electoral, la ampliación de las sesiones ordinarias, la incorporación de una banca por la minoría en el Senado por cada una de las provincias, la jerarquía constitucional de los tratados internacionales, el rango constitucional de los convenios de Derechos Humanos, la creación de la Auditoría General de la Nación, del Defensor del Pueblo, del Ministerio Público y del Consejo de la Magistratura.

El debate

La “Jornada Aniversario de la Reforma Constitucional 1994-2024” fue abierta por el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, quien en calidad de anfitrión dio la bienvenida a los invitados y compartió una serie de reflexiones.

Siendo hijo de Eduardo Menem, quien fuera el presidente de aquella convención constituyente, Martín Menem recordó que era un estudiante de Derecho de 19 años en aquel momento.

Para él, la reforma constitucional de 1994, “constituyó una bisagra en la historia” de la democracia argentina porque “se pudo demostrar” que “era posible” modificar la “ley fundamental por el consenso de la mayoría de las fuerzas políticas”.

A su turno, Eduardo Menem aseguró que la convención constituyente que le tocó presidir aquel año fue “la más democrática y legítima de la historia”.

«Tenemos una historia constitucional muy complicada. La Constituyente de 1819 y 1826 no fueron aprobadas porque eran muy unitaristas. La reforma de 1953, tampoco porque se hizo sin la participación de Buenos Aires. Y no fue muy democrática porque los convencionales fueron elegidos a dedo», comparó.

En este sentido, remarcó que «la Reforma del 94 significó un quiebre de esta especie de maleficio en nuestra historia constitucional, ya que no se podía sancionar con la participación pluralista de todos los partidos políticos».

El ex diputado nacional de la UCR Jesús Rodríguez consideró que «es un error grave señalar que la Constitución del 94 es el resultado de los intereses particulares y personales de dos personas”, en referencia a Menem y Alfonsín.

El radical señaló que “una Constitución aprobada sin los dos tercios de la Cámara de Diputados de los presentes,
como la Constitución establecía, o forzada por una consulta popular, hubiera llevado a la argentina a un riesgo de convivencia pacífica afectada seriamente en la vida social”.

“La Reforma del 94 fue un ejemplo de amistad cívica y de civilidad política. Una Asamblea que recogía la diversidad social, ideológica, cultural, política y regional de la Argentina”, sintetizó.

Por su parte, el ex convencional constituyente y actual ministro de la Corte Horacio Rosatti evocó el “espíritu de amistad y camaradería” que imperaba durante el proceso de reforma constitucional de 1994, y el nivel de “consenso y transversalidad” que se logró en esa construcción política.

Para el juez, que llegó a ser vicepresidente del bloque peronista en aquella convención, la reforma constitucional “fue el último gran acto de la política con mayúsculas en la Argentina” ya que permitió superar «la grieta» para generar una obra que “perduraría por generaciones”.

El ex convencional constitucional de la UCR Enrique Paixão repasó los puntos fundamentales de la reforma del 94 y subrayó que “el núcleo central es la limitación del poder presidencial y la revalorización del poder del Congreso y de los jueces”.

«Fue un esfuerzo para salir del hiper presidencialismo. El desequilibrio de poderes llevó a una situación donde el poder presidencial creció más allá de lo razonable”, reflexionó.

También agregó que “el empoderamiento del Congreso se enriqueció además con la incorporación de la Auditoria General de la Nación, generando la presencia opositora para evitar la constitución de un poder monolítico».

«Lo que significó, además, dotar al Congreso de la Nación de una herramienta para ejercer una de las dos funciones sustanciales del Congreso que es la de controlar a los demás poderes del Estado. Además, se generó la delimitación de los decretos de necesidad y urgencia”, comentó el radical.

El ex jefe del bloque de diputados nacionales del PJ durante todo el menemismo, Alberto Pierri, aseguró que “la Reforma no se inició a partir del Pacto de Olivos” sino «mucho tiempo antes, ya en 1973 el General Juan Domingo Perón dejó abierta la posibilidad de encarar esa reforma e imaginó algunos temas como el ambientalismo, la creación de la figura del ministro coordinador, como un antecedente de lo que después sería el Jefe de Gabinete».

La ex diputada nacional por Jujuy Cristina Guzmán, quien también fue convencional constituyente, revivió aquellas “épocas de confraternidad política, de respeto a las ideas diferentes”.

«Una reforma no se puede hacer en cualquier tiempo. Era necesaria y oportuna. Vivíamos en tiempos políticos con convivencia democrática excepcionales. Podíamos tener ideas diferentes, pero compatibilizamos criterios”, enfatizó.

El aún hoy senador nacional por Salta Juan Carlos Romero, que en aquel año fue elegido convencional constituyente por el Partido Justicialista, resaltó “el diálogo político en la búsqueda de acuerdos”.

“Lamentablemente hoy no podemos ponernos de acuerdo, por lo menos acá en el Congreso, ni para constituir e integrar una Comisión. En el Senado el año pasado hubo cuatro sesiones, hay comisiones que ni siquiera se constituyeron”, lamentó.

«En los últimos 20 años se intentó imponer una agenda única, donde quienes gobernaban imponían el número y los caprichos. La búsqueda del interés sectorial primó sobre el interés general”, reprochó.

La ex convencional constituyente de la UCR Elva Pilar Barreiro de Roulet señaló que “la Reforma constituyó un paso a la modernización de nuestro pacto social”.