El flamante titular del Ministerio de Hacienda, Nicolás Dujovne, en rueda de prensa mantenida el día lunes, no dudó en ubicar en el tope de la lista de medidas económicas, una baja de los impuestos al trabajo; e incluir, inmediatamente después, la revisión de otros gravámenes que considera poco «productivos», como el IVA, y otros distorsivos, como el impuesto al cheque y a los ingresos brutos.
Entre las declaraciones a medios radiales y televisivos, éstas fueron sus respuestas:
Al portal Infobae:
-¿Cuáles son esos impuestos distorsivos que hay que reducir o eliminar
-Por ejemplo, los impuestos al trabajo que frenan la creación de empleo y el impuestos a los ingresos brutos, que se cobra en cascada y afecta a toda la actividad productiva y que recaudan las provincias, que son las que lo pusieron. Estamos estudiando la posibilidad de reducir esos impuestos. En el tema de reducción estamos viendo el IVA y el impuesto al cheque, que son impuestos que también afectan la actividad productiva; en particular el primero, que tiene un valor muy alto en relación a lo que recauda.
-¿Cuáles serán los primeros impuestos distorsivos que eliminarán?
-Los del trabajo se redujeron en 1996, pero no lograron su cometido y ahora el empleador paga más impuestos que en ese momento.
-¿Son más altos que en esa época los aportes de los empleadores?
-Sin duda, los aportes patronales que deben hacerse al Estado por cada trabajador son altos con respecto a los niveles que se registran en el resto del mundo y explican, en parte, por qué la Argentina tiene hoy 35% de empleo negro. Empezaremos a encarar una reforma tributaria junto con una reestructuración de la administración pública reduciendo secretarías y subsecretarías y unificando objetivos y tareas.
Al diario La Nación:
Tras la quita de la devolución del 5% al IVA
-¿Hay algo en agenda para compensar el impacto en el bolsillo?
-Acabamos de hacer una rebaja gigante en Ganancias, que ahora se llama impuesto a los ingresos. Vamos a remover el avispero y vamos ver unas cosas que juegan para un lado y otras para el otro. Es muchísimo más fuerte el impacto de Ganancias que el de las tarjetas de débito.
-¿Se planteará una revisión del IVA y del impuesto al cheque, como trascendió?
-Vamos a proponer una reforma tributaria integral. Hoy es el primer día que estamos sentados acá. Es pronto para decirles qué vamos a hacer, dénme un tiempito.
Al diario Clarín:
-¿Qué ajuste fiscal tienen en mente?
Nuestro objetivo este año es cumplir con el Presupuesto. Y el nivel del gasto público está determinado allí. Para adelante pensamos que tenemos una tarea estratégica de pensar en cómo se recauda y gasta.
-¿Y para después?
Queremos dar previsibilidad, tener metas trianuales de reducción del déficit que en este momento no las tenemos. Los números tienen que ser creíbles, pero para ello deben ser explicados y ofrecer un planteo consistente. Sería muy fácil decir un número muy ambicioso para dar certidumbre a los tenedores de deuda pública argentina, pero da más certidumbre dar un número creíble y que se explique cómo se llega ahí.
-¿Qué es mejorar la calidad del gasto?
Que haya más gasto en infraestructura que programas como ‘Argentina sonríe’, que eran un colador de dinero y no servían para nada.
-El Gobierno anunció una serie de correcciones en tarifas para este año, ¿no teme un impacto negativo?
Pensamos que sanear la economía es expansivo. Es positivo que el Banco Central no tenga que emitir 3, 4 o 5 puntos del PBI todos los años para cubrir un déficit gigantesto. Y que la inflación baje porque ayuda al bolsillo. Si no corregimos estos precios relativos distorsionados, la economía no podrá crecer.
-¿Qué opina del nivel de la tasa de interés: le parecen altas o está conforme?
Primero, ¿queremos tasas más bajas? Bueno, entonces hay que tener la situación fiscal bajo control y tomar medidas que en el corto plazo sean dolorosas pero en el largo plazo beneficiosas. Segundo, las tasas en dólares que pagan los sectores público y privado hoy en la Argentina son las más bajas en la Historia. Tercero, la tasa en pesos la determina el Banco Central y hay que tener en cuenta no sólo su nivel sino también el de la inflación. La tasa hoy es 24,75 y la inflación anualizada es 20%. La tasa real es 4 y pico por ciento. Pero no es lo mismo tener esa tasa real con una inflación anualizada de 20% que de 5%.
Al diario El Cronista:
¿A qué impuestos les dará prioridad en una reforma tributaria?
En lo fiscal tenemos muchos objetivos y pocos instrumentos. Queremos bajar el déficit fiscal, subir el gasto en infraestructura y disminuir los impuestos distorsivos. Me preocupa mucho el impacto que tienen las cargas al trabajo. Son anormalmente altas frente al resto del mundo y eso explica en buena medida que la Argentina tenga 35% de empleo en negro. Un objetivo importantísimo en cualquier reforma tributaria es incorporar más trabajadores al sistema tributario para lograr una mayor equidad y aumentar la base de recaudación. Otro impuesto que conspira y que es un incentivo a la informalidad es el impuesto al cheque. Vamos a trabajar para diseñar una reforma tributaria lo más eficiente posible porque queremos atacar muchos frentes a la misma vez sin perder recursos. Apuntamos a reducir la informalidad, mayor equidad y eliminar impuestos distorsivos.
Y con respecto a la otra parte, ¿dónde se va a mirar finito en el gasto?
Tenemos un componente del gasto automático muy elevado. El gasto previsional es alto y va a seguir subiendo por los próximos años por la curva demográfica y por el impacto de la reparación histórica. Y por otro lado tenemos decisión política y económica de mejorar el gasto en infraestructura. Argentina tiene la infraestructura atrasada, colapsada: mejores trenes, rutas, puertos. Eso nos obliga a ser extremadamente prolijos, ser muy eficientes en los gastos de la administración. Y mirar si hay duplicaciones de Secretarías, por ejemplo.
El presidente habló de ingresos brutos, dentro de la reforma tributaria. ¿Va a entrar dentro del trabajo de Hacienda?
Sí, junto con Interior. Ingresos brutos es un problema grande para la competitividad. Tenemos que trabajar con provincias. Se armó un círculo vicioso. En el sector público argentino, donde más se creó empleo público, fue en las provincias, no en la administración nacional. Y esto se financió con impuestos distorsivos que terminaron ahuyentando más al sector privado. Hay que romper ese círculo, de manera gradual. Tenemos que dialogar con las provincias. No podemos pedirles que afronten el problema solas. Tratemos de que deje de subir este impuesto, cada vez que la Nación baja algún tributo. Me gustaría proponer una nueva ley de responsabilidad fiscal para la Nación y las provincias. Vamos a mirar reformas tributaria que se llevaron a cabo en países con sistemas tributarios parecidos al argentino.
– En una nota periodística mencionó la posibilidad de volver al FMI si a Argentina se le cerraban mercados…
Lo que hice fue describir alternativas que enfrenta una economía si la situación financiera internacional se le complica. Lo que vimos en las últimas semanas es que la situación financiera internacional, después del sacudón pos Trump, ha vuelto a ser totalmente fluida. El spread, luego del triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, subió pero en las últimas semanas volvió a niveles promedio de antes de la elección. Pensamos que vamos a poder completar nuestro programa financiero en el mercado.