El diputado nacional del Frente de Todos Daniel Gollán dio hoy testimonio en carne cruda de los tormentos que padeció cuando fue torturado durante su cautiverio como detenido por la dictadura militar.
Lo hizo durante la sesión de la Cámara baja para contrarrestar la teoría que blanden quienes -como el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei- calificaron de «excesos» las acciones criminales de lesa humanidad cometidas por el gobierno de facto militar.
En su relato recordó que fue sometido a «horas y horas de picana» y golpizas, y destacó que esa «experiencia personal» se repitió en «miles y miles de argentinos y argentinas que pasaron lo mismo», en el marco de un «plan sistemático» de persecución, secuestro, tortura y desaparición.
El legislador kirchnerista presentó la cuestión de privilegio contra quienes “están negando, minimizando, banalizando lo que sucedió en el período más negro de la historia».
«Horas y horas de picana… Horas y horas de picana en la boca, en las encías, shock eléctricos, horas y horas, días y días. Me aplicaron submarino seco, hasta que se rompieron las costillas… y después siguieron, y cuando no daba más, horas parado, y cuando te caías, te golpeaban brutalmente. En una de esas golpizas me desmayé y amanecí en un baño, atado, adonde todos los que iban a orinar, me orinaban encima. Y muchísimas cosas más que ya no voy a contar», detalló Gollan, en un párrafo que estremeció a cada uno de los presentes en el recinto.
El ex ministro de Salud nacional y bonaerense también narró las circunstancias por las cuales logró salvar su vida. Recordó que un general que había traído a la Argentina los métodos de tortura de Argelia a la Argentina intercedió por él para que le siguieran pegando pero sin llegar a matarlo.
«No hubo ningún exceso, fue un plan sistemático, conducido y supervisado por los altos mandos de las fuerzas armadas. No banalicemos eso», reclamó uno de los sobrevivientes de la página más oscura de la historia argentina.
Gollan también señaló que al quedar en libertad, se exilió en Alemania y allí pudo escuchar a grupos neonazis que al igual que los negacionistas en Argentina ponían en duda la cifra de seis millones de asesinados en el marco del Holocausto.
«No podemos tolerar esto. La verdad que hubo un fallo que acá se mencionó muchas veces, que fue histórico, hecho durante el gobierno de alguien a quien admiro mucho, siendo peronista: el doctor Raúl Alfonsín», concluyó.