El diputado Gerardo Milman volvió a despegarse de las acusaciones por el atentado a CFK
El diputado nacional del PRO Gerardo Milman volvió a despegarse de las acusaciones en su contra por su supuesto conocimiento previo del atentado que integrantes de «la banda de los copitos» realizarían sobre la vida de la vicepresidenta Cristina Kirchner en la noche del 1 de septiembre pasado, y aseguró que pedirá ante la Justicia «el falso testimonio del denunciante».
Según la denuncia planteada por un asesor del diputado nacional del Frente de Todos Marcos Cleri, que dijo haber escuchado una sospechosa conversación en la confitería «Casablanca» ubicada a metros del Congreso nacional dos días antes del intento de magnicidio, Milman le habría dicho a dos de sus asesoras que «cuando la maten él iba a estar camino a la costa».
«No hay ninguna razón para imputarme o procesarme, por eso me ocupé de pedir rápidamente el falso testimonio del denunciante», indicó quien también se desempeña como operador político y mano derecha de Patricia Bullrich.
Milman admitió que al día siguiente de esa conversación con sus dos asesoras viajó a Pinamar, pero rechazó tajantamente que el diálogo haya sido en «esos términos» y aclaró cuando se produjo el intento de asesinato en la noche del 1 de septiembre él ya estaba de vuelta en Buenos Aires desde el mediodía.
«Nunca tuve una conversación en los términos en que el denunciante dijo. Así lo comprobaron las dos testigos que son mis asesoras, y después el cuñado del denunciante que estaba en la misma mesa que él», agregó.
En declaraciones a Radio Rivadavia, Milman dijo en su defensa que los mensaje de este presunto testigo a su jefe, Marcos Cleri, fueron «posteriores al atentado», lo cual le quita veracidad a la denuncia.
«Si se quiso haber fabricar una mentira, se fabricó después del atentado. Si él hubiera escuchado algo, el mensaje lo debería haber enviado en ese instante, no después del atentado», razonó.
En este sentido, ratificó que actuará judicialmente contra el denunciante «por falso testimonio» y luego seguirá contra «varios integrantes del oficialismo que han hecho afirmaciones descabelladas e insultantes sin ninguna prueba», incriminándolo e involucrándolo en el intento de asesinato contra Cristina Kirchner.
«El interés de la vicepresidenta debería ser llegar la verdad», señaló Milman, y lamentó que «intente hacer política con este desagraciado evento».
«La verdad es que es absolutamente indemostrable, no hay pruebas, son todas alocadas«, insistió.
«La vicepresidenta intenta vincular a alguien de la oposición política en un evento donde una banda de marginales sociales ha producido un desgraciado paso por su casa con una respuesta de su custodia deplorable», planteó.