La Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, al mando del oficialista Carlso Heller (Caba) decidió postergar para el martes próximo la firma de un dictamen del proyecto de ley de moratoria impositiva y previsional, que contempla la posibilidad de regularizar deudas fiscales acumuladas hasta el 30 de junio pasado, para avanzar en un despacho de consenso con la oposición. El Frente de Todos quería incluir la iniciativa en una hipotetica sesión esta semana.
La intención del oficialismo es continuar analizando, además del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo, 12 iniciativas presentadas por diputados de diferentes bloques para avanzar en consensos, y elaborar así un dictamen de mayoría que contemple las distintas propuestas.
Heller anunció la decisión al iniciar la reunión, cuando aclaró que no era la intención del oficialismo «sacar dictamen en el dia de la fecha», y anticipó que convocará a un nuevo encuentro «para el martes de la semana que viene» en el que esperan «sacar dictamen».
«Nos tomamos una semana para habilitar la posibilidad de seguir analizando diferentes aspectos de los proyectos para lograr mayores coincidencias», afirmó Heller.
Desde Juntos por el Cambio, Luciano Laspina (PRO) celebró la apertura del debate «sin un plazo para tener una discusión educada y criteriosa», y consideró que esta moratoria «es tal vez una de las más justificadas por la gravedad de la situación de los contribuyentes impedidos de poder trabajar» por la pandemia.
Laspina pidió que se excluya de la iniciativa a las empresas de combustibles que están con procesos judiciales por la retención de impuestos, al sostener que «parece un traje a medida para los intereses de OIL combustibles», tras adelantar que envió una nota a la AFIP para que opine sobre la conveniencia de avanzar en la iniciativa.
Para Laspina, «lo que deberiamos estar discutiendo es una reforma de emergencia que pueda evitar la catarata de quiebras que pueden llegar producto de esta situación».
También, desde ese mismo bloque, el radical Luis Pastori propuso ampliar hasta el 30 de noviembre la moratoria, y sugirió incorporar un tope a la facultad de la AFIP para el posible pago a cuenta que el organismo deberá exigir, así como la no incorporación de los quebrados a la moratoria.
En tanto, desde el Frente de Izquierda, Romina del Pla consideró que se trata de «un salvataje infernal no sólo a medida de OIL sino de todas las petroleras», y destacó la importancia de que el proyecto de moratoria tenga «una orientación diferente», al advertir sobre «el enorme nivel de subsidio a las patronales y a los capitalistas en general».
Por Consenso Federal, el diputado Jorge Sarghini sostuvo que «todas las moratorias son injustas entre quienes han pagado y quienes no han pagado», aunque consideró que se trata de una medida «necesaria» a la que habría que darle «mucha equidad interna», es decir que -planteó- «no hay que beneficiar a nadie en detrimento de otros».
El oficialismo tuvo que poner un freno a sus intenciones visto un panorama que complicaba los números en el recinto. Tendrá una semana para dialogar con los bloques opositores.