El oficialismo posterga la Reforma Laboral y apunta a los mandatos de los sindicalistas
El oficialismo anticipó que habrá extraordinarias en febrero pero que la Reforma Laboral deberá esperar al inicio del periodo ordinario para que pueda ser discutida. La explicación que dan desde adentro de Cambiemos habla del poco consenso “sindical y político” y la necesidad de renovar desde cero el dialogo con la CGT y el PJ.
Fuentes parlamentarias habían anticipado a NCN que debian renovarse los consensos y empezar de cero buscando «un nivel de consenso explícito», superior al que se presenta en este momento. Otro de los argumentos para enfriar el tratamiento de la reforma es evitar forzar el vínculo con los gobernadores, principalmente con aquellos que «colaboraron» para que Cambiemos sume votos en el Congreso para alcanzar la ley previsional.
Desde el Gobierno buscan evitar mayores costos para el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el jefe del bloque de los senadores peronistas, Miguel Ángel Pichetto. Dos protagonistas fundamentales de la saga que terminó con la aprobación de la reforma previsional, cuando fuera del recinto, en la calle, miles de personas se manifestaban contra la ley. El proyecto de reforma previsional quedó convertido en ley el 18 de diciembre pasado y derivó en la convocatoria de un paro general por parte de la CGT.
Mientras varios dirigentes gremiales se encuentran tras las rejas involucrados en causas donde la transparencia brilla por su ausencia, Cambiemos aprovecha el momento e impulsa el debate para modificar la ley de Asociaciones Sindicales.
El proyecto presentado por la diputada cordobesa de Cambiemos, Soledad Carrizo (Córdoba), ya habia generado revuelo durante el año con un proyecto que vuelve a cobrar impulso. La normativa apunta específicamente a “la renovación y la alternancia de las autoridades sindicales” además de la limitación de la reelección indefinida.
La legisladora consideró que las detenciones de Marcelo Balcedo, Omar “Caballo” Suárez y Juan Pablo “Pata” Medina “abren una gran oportunidad” para “democratizar el sindicalismo”. Carrizo aclaró que la iniciativa no “debilita” a los sindicatos sino que “por el contrario, cuanta mayor representatividad tengan sus dirigentes con las bases, es mejor en la mesa de discusión (con las patronales) porque evidentemente viene respaldado por sus trabajadores”.
A pesar de la postergación del tratamiento de la Reforma Laboral, esta claro que para Cambiemos, no será un tema menor para el año que comienza.