El radicalismo aclaró que si no se corrige la inflación, la movilidad de las asignaciones es inutil
La vicepresidenta de la cámara baja, Patricia Giménez (UCR – Mendoza) señaló que si no se toman medidas para contrarrestar la inflación, el desempleo y la pobreza y «para impulsar el crecimiento económico, saneando las estadísticas, para utilizarlas como instrumentos de diagnóstico, evaluación y corrección de las políticas públicas, de poco servirán los aumentos automáticos en las asignaciones sociales».
Respecto a la ley que otorga movilidad a las asignaciones familiares, la referente radical recordó que su espacio, desde que se constituyó la AUH en 2009, pedían que los aumentos fuesen automáticos, pero aclaró que la norma votada ayer por unanimidad llega «llega seis años tarde y además llega mal”.
En ese sentido, subrayó que dicho instrumento “no es universal». Detalló que, tal como está aplicado «estigmatiza y discrimina por el lugar de residencia, favoreciendo o castigando a sus beneficiarios, según un criterio geográfico caprichoso», en referencia al coeficiente diferencial que recibirá la región patagónica.
Consideró que de ese modo, «los niños de seis, de las nueve provincias con menor número porcentual de menores de edad bajo asignación, son favorecidos, y al mismo tiempo son perjudicados los chicos de Chaco, Formosa, Santiago del Estero, Misiones, Corrientes y Salta, con mayor número porcentual y con altísimos niveles de desnutrición”.
Por otra parte Giménez recalcó que el monto que fijado para las asignaciones ha sido dispuesto «en forma discrecional por el Poder Ejecutivo»: «La lógica detrás de ellos siempre fue la inflación, a pesar de no ser reconocida expresamente, ni por las estadísticas oficiales, ni por el relato; los incrementos otorgados y la necesidad de actualizarlas muestran a las claras que es la inflación la que está castigando cada vez más a los sectores de menores recursos, que paradójicamente es a los que se pretende proteger a través de la asignación universal”.