El Senado aprobó y sancionó como ley la Reforma Tributaria con 52 votos afirmativos, 15 negativos y 1 abstención y el Presupuesto 2018 con 54 votos afirmativos y 14 negativos. La Cámara alta realizó su última sesión dejando como detalles salientes, la reaparición de Cristina Fernández de Kirchner, los cruces con Gabriela Michetti y la guerra fría con Miguel Ángel Pichetto.
La ex presidenta dijo que «no había que ser oposición de diseño», Pichetto respondió recordando que «en algunas provincias las clases comenzaron en septiembre». La interna peronista presente en Diputados desde 2015 se traslado ahora también al Senado.
Además, en su primera intervención CFK se cruzó con la vicepresidenta de la nación por el uso del tiempo en su primera intervención por una cuestión de privilegio.
El Presupuesto 2018 contempla un crecimiento anual de 3,5 por ciento del PBI, un aumento de 12 por ciento para la inversión y una inflación anual promedio de 15,7 por ciento, consistente con las metas del BCRA, de 10 por ciento con una variación en más o en menos del orden de 2 por ciento.
Los otros proyectos son la prórroga de la vigencia del denominado impuesto al cheque -que se extenderá hasta 2022 o hasta que se vote una nueva Ley de Copartipación-, Ganancias, Bienes Personales y Monotributo, a los que se suma la derogación del Fondo del Conurbano. El proyecto destina el total de la recaudación al sistema previsional a diferencia de lo que ocurre actualmente con la asignación de un 85% de lo recaudado al Tesoro y un 15% a las provincias.
La reforma tributaria apunta a que en un plazo de cinco años -es decir, hasta 2022-, haya un alivio en la presión tributaria equivalente al 1,5% del PBI, para alentar la inversión y la creación de empleo. Se promueve la rebaja de impuestos distorsivos, como Ingresos Brutos, y entre otras novedades se grava por primera vez la renta financiera.a