El senador nacional de la oposición, Luis Juez, cuestionó a la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, tras los incidentes en el recinto, y aseguró que «la grieta se ha profundizado de tal manera que es más redituable sobreactuar posiciones que encontrar el punto medio o el equilibro moderado».
«Lo de (Cecilia) Moreau, lo digo con todo respeto, por el nivel de responsabilidad.. yo no sé cómo va a volver ella si le tocara ser de nuevo la presidenta del cuerpo», expresó en diálogo con la990, y agregó: «Los presidentes del cuerpo tienen que tener un grado de tolerancia, son como los árbitros de los partidos chivos, sino no podes estar ahí. No sé cómo va a hacer esta piba».
Para el senador de Juntos por el Cambio, la Presidenta de la cámara Baja «se va a tener que arremangar mucho si quiere recuperar la relación con sus pares» dado que «se han dinamitado los puentes», y no hay referencia para coordinar sesiones o agenda en común.
«Hemos entrado en un estado de beligerancia innecesaria», planteó al tiempo que admitió que tanto la oposición como el oficialismo tienen una cuota de responsabilidad.
Consultado sobre el altercado entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio en diputados, Juez explicó: «Si en el Senado se dinamitaron los puentes, uno puede entender que había una disputa por un lugar en el Consejo de la Magistratura, pero en Diputados no había ninguna discusión. Lo que hizo la presidenta del cuerpo fue romper un acuerdo entre todos los presidentes solo porque recibió una instrucción».
«Si ella hubiese esperado una medida tomada por un juez, que tenía una intencionalidad política, la hubiese puesto en un lugar más edificante para decir que el tema tenía acuerdo, pero entró en un nivel de beligerancia que no sabes cómo salir», subrayó.
Por último, el referente opositor repudió los cuestionamientos pronunciados por ambas fuerzas y pidió retomar el diálogo entre las partes. «Se han dicho barbaridades. De un lado y del otro y después se van a tener que ver la cara. No sé cómo harán para sentarse en un recinto tan chiquito después de haberse dicho de todo», afirmó.
«No vamos a poder funcionar si no paramos la bocha. Habrá que reescribir las reglas de juego. Lo veo complicado. El nivel de fanatismo ha calado hondo de un lado y del otro», concluyó.