El terrorismo es una creación del Deep State norteamericano (sionista atlantista), financiado por por dueños de los bancos que son, a su vez, dueños de las megacorporaciones farmacéuticas que son, a su vez, dueñas de las corporaciones alimenticias que son, a su vez, dueñas de la tierra de la que expulsan a poblaciones enteras para cultivar ya no alimentos, sino «commodities» que requieren cantidades infernales de veneno que, a su vez, agotan los suelos y destruyen el ecosistema mientras nos matan enfermándonos o hambreándonos.
¿Por qué relacionar todo con todo? Porque vía terror nos han impuesto flagelos imperdonables que, sin embargo, millones en el mundo han normalizado. A muchos hoy les parece «gracioso» que «hackers» con sede en Londres hayan amenazado de muerte al líder supremo de Irán Alí Jamenei «por las mujeres muertas» y la «opresión» del yihab, porque ignoran qué significa la revolución iraní que lleva poco más de 40 años transformando a un país saqueado por los piratas que hoy atentan contra la integridad nacional ahí y en todos los lugares del mundo donde se manifieste la voluntad de ser soberanos.
Pero no es joda, es terrorismo.
El mismo que están aplicando con Rusia, con quien justamente Irán viene fortaleciendo lazos y a quien proveyeron de armas apenas días antes del comienzo de las «manifestaciones» por la muerte de Amini; manifestaciones calcadas a cualquiera de las que vemos en los últimos años y con la misma cobertura mediática. Sin embargo, no hubo nada de eso cuando asesinaron a Darya Dugina, hija de Alexandr Dugin, en un atentado con bomba. Casualmente, también atacando un símbolo de la nación rusa, como lo es su fundamento espiritual encarnado en las referencias filosóficas de Vladimir Putin, líder de la revolución post soviética, en busca de un nuevo orden multipolar.
Ahora les volaron el puente más largo de la región, que une Crimea con Rusia continental, vía atentado que puede haberse realizado con un camión lleno de explosivos o con misiles balísticos según se está investigando. Lo que circula en redes son los memes de los ucranianos, de altos mandos de gobierno sobre todo, burlándose de un atentado terrorista en el que murieron al menos 3 personas. Muy gracioso, sí. Total normalidad.
Esto después de haber reventado Nord Stream, de lo que también se burlaron los «ucranianos», y por lo que todo Europa (salvo los países que no sancionaron a Rusia) va a sufrir ahora cuando comience el invierno.
Y en las últimas semanas asesinaron al exprimer ministro Shinzo Abe, quien fuera la referencia de corte más nacionalista en Japón, en un hecho de similares características al de CFK: un aparente «solitario», un don nadie, que por «su propia voluntad» va y comete (o intenta) un magnicidio. También hubo de estas «curiosidades» no hace tanto con Nicolás Maduro y un dron que disparaba y del que zafó raspando. Debe haber más memes que información al respecto.
Pero el caso más grotesco y que nos devuelve al comienzo es el de Muammar El Gaddafi: llevó adelante la revolución más profunda y contundente de todo el continente africano, transformó un país en una Nación soberana, se paró de manos con el poder financiero y se negó a tranzar con el orden unipolar. Terminó, luego de varios intentos de golpe de Estado, torturado, empalado y asesinado. Hay videos, no son fantasías. Lo enterraron en el medio del desierto para que nadie pueda peregrinar hacia él. Hillary Clinton confirmó la autoría de la OTAN refiriéndose al hecho entre carcajadas de satisfacción.
Y aunque en Argentina el pseudo atentado tiene muchas funciones (revictimizar la figura de CFK en pleno juicio por asociación ilícita, reflotar su figura en un gobierno que se cae a pedazos y que ella conforma y armó, distraer con horas de televisión a la mayoría mientras Massa ajustó por todos lados), también tiene una arista que debe atenderse: en medio de este despelote, nuestro gobierno pidió unirse al BRICs y China nos respaldó en el pedido. Irán también solicitó unirse hace poco.
BRICs, bloque / aliaza estratégica que reúne a la mayor parte de la población mundial ya que entre sus miembros están los dos países más poblados del planeta, India y China, junto a Rusia, Sudáfrica y Brasil. Es la multipolaridad que resiste el sionismo atlantista estadounidense que usa a su perra la OTAN y a sus alcahuetes de la Unión Europea para sostener un poderío supremacista vía terrorismo y propaganda.
Y esto es apenas otro repaso general sobre la cuestión, pero hay que hilar todos los hechos porque incluso la paparruchada de «la banda de los copitos» parece llevar la marca de la bestia, que no ha detenido un instante su campaña por dominar al mundo entero. Sobre todo a países que tienen muchos recursos o que tienen una fuerte identidad nacional, que impide que las megacorporaciones se hagan de los recursos que consideran de su propiedad, porque tienen el dinero y su fe les dice que con dinero se compra el mundo.
El terrorismo es una creación de los que dicen «democracia»; estamos en guerra, y con la información al alcance de la mano ya no se trata de creencias, se trata de voluntad de comprender. Todo está a la vista de quien quiera ver.
Para NCN por Romina Rocha