22 de noviembre de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

El transporte del futuro no es una cuestión de invenciones, sino de opciones por Joaquín Di Mario

Desde hace seis meses convivimos con la mayor pandemia mundial que se conoce en el mundo moderno. Nuestra cotidianeidad cambió completamente por esta situación. Entre nuestros hábitos diarios, el de la movilidad fue uno de los afectados. En este marco, una de las preguntas que sigue vigente y cada vez preocupa más es cómo será nuestra manera de desplazarnos cuando se levante la cuarentena.

La pandemia obliga tanto al sector público como al privado a repensar los planes a diario y a ajustar de forma dinámica toda acción. Entre ellas, la congestión urbana, que es «la otra curva» que necesitamos aplanar en las grandes ciudades. Una de las cuestiones relevantes a considerar será romper con el esquema de que los trabajadores entren a la misma hora, planificar mancomunadamente entre el sector público y privado una vuelta con diferencias estratégicas para contraer el contagio.

A su vez, desde las empresas vinculadas al transporte público debemos trabajar a partir del análisis del comportamiento de nuestros usuarios, en un plan integral de movilidad urbana, que permita retomar a las actividades en las ciudades, claves para el desarrollo económico, pero con un gran desafío al momento de pensar en nuestra circulación, sobre todo en el transporte público: evitar las concentraciones de personas.

El transporte del futuro no es una cuestión de invenciones sino de opciones. Un claro ejemplo de esta preferencia está representada por los jóvenes, que buscan diversas opciones antes que el automóvil. Estas tendencias marcadas por el contexto y, también, por las preferencias, nos obligan a mantenernos flexibles ante los cambios.

Desde nuestra plataforma tenemos claro que pueden cambiar las formas de movilizarse y, quienes trabajamos brindando información sobre el transporte público, tenemos que brindar herramientas que permitan llegar a cualquier lugar de forma práctica.

La movilidad tiene que ser entendida como servicio. Y, en este complejo escenario, los gobiernos deben redoblar su apuesta, junto al acompañamiento de las empresas privadas del sector, para promover, acompañar y utilizar tecnología que permita mapear las diferentes opciones de movilidad en las ciudades, con foco sobre todo en las grandes urbes. Este core tecnológico es y será imprescindible para ayudar a estandarizar datos y ofrecerlos a los usuarios.

Planificar y prever políticas de movilidad post confinamiento que permitan desplazamientos seguros es una necesidad urgente para una activación económica bajo el control de propagación del virus.

 

Para NCN por Joaquín Di Mario, fundador de Ualabee

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