¿Emilio Monzó no estará buscando que lo oxigenen a él? Por Claudio Hugo Naranjo*
El presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, debería ser reelegido el miércoles, ¿están dadas las condiciones? ¿Es un hombre que respalda al Presidente o es un díscolo que trabaja para desestabilizar los cimientos del gobierno? En su recorrida por todos los canales de televisión argumentó, sin dudarlo, una frase que Mauricio Macri no debiera dejar pasar por alto… “Soy partidario de ampliar. Estando el escenario político sin conducción”… Monzó dijo sin grises que el Presidente “No Conduce” los destinos del país, y continuo… “Es una gran oportunidad para quien gobierna de poder convocar a los mejores”.
¿Quiénes son los mejores? Para Monzó los mejores son los dirigentes kirchneristas Florencio Randazzo, Julián Domínguez, Diego Bossio y los Intendentes Martín Insaurralde y Gabriel Katopodis, de Lomas de Zamora y San Martín respectivamente. Dijo de ellos… “El peronismo tiene dirigentes impresionantes que hay que invitar al poder”. No gracias Monzó, todos ellos que usted menciona, sin sonrojarse, trabajaron para la corrupción kirchneristas. El país aún hoy está dado vuelta como una media gracias al Proyecto Nacional y Popular de sus “impresionantes dirigentes”.
Y para proseguir con el derrotero del legislador por todos los medios de comunicación, dejo caer otra frase poco feliz, comparó el Estado con una prisión… “En la administración pública ocurre lo que ocurre en una cárcel. El carcelero se rota porque los presos solamente con verlos en el pasillo lo semblantean psicológicamente y lo pueden controlar”, aseguró.
En tal sentido, agregó… “En la administración pública, un funcionario está observado todos los días por los empleados que tienen estabilidad. Ese empleado busca no cambiar la situación. En Argentina tenemos empleados de hace 30 años y el funcionario de turno tiene riesgo de ser captado por esa administración. La única manera que un funcionario político esté alerta permanentemente es saber que lo puedan echar. Es una motivación extra para ser creativo todos los días”, enfatizó.
Vayamos por partes, como dijo Jack “el Destripador”. Emilio Monzó (que le aconsejo urgente terapia), comparó, en un fallido lamentable, al Jefe de Gabinete, Marcos Peña con un “carcelero” y a todos los empleados públicos como “presos”. Si me dejo llevar por información de alcoba, Monzó intenta desplazar a Peña a otro ministerio y colocar allí a Rogelio Frigerio para que exista más dinámica política.
El presidente de la Cámara de Diputados hace tiempo que dejo la mesa chica de Cambiemos, sumado a un distanciamiento de la Gobernadora María Eugenia Vidal, que lo aleja significativamente de territorio bonaerense. Su identidad política está tan floja de papeles, como los impresentables que le quiere colocar a Macri en los ministerios; todos pasaron sus últimos 30 años sin trabajar, a diferencia de los que cumplen funciones en la Administración Pública y que no son rehenes ni presos de nadie.
Es muy probable que el Presidente produzca cambios antes de fin de año, pero no significativos. La oxigenación de la que habla Emilio Monzó no la necesita actualmente el gobierno; tal vez si esté analizando, en desprenderse del presidente de la Cámara de Diputados o de la “vieja política”.
*Periodista-Escritor/@naranjo_claudio
*Autor de: “Colombia… capital de los infiernos”-“Doble Agente”-“Los Apropiadores”-“Muchos dedos en el gatillo”, entre otros títulos.
*1986: Congresal provincial (PJ)
*1991: Candidato Diputado Nacional (PJ)
*1995: Candidato a Intendente Esteban Echeverría (PJ)