En Diputados el oficialismo perdió fuerza
Conforme a la aplicación del sistema d’hont para repartir los escaños, las elecciones dejaron un escenario de consenso entre los actores políticos en el país para el ciclo que viene en función de que ningún espacio tiene la mayoría propia ni la potencia para garantizar la sanción de leyes (o inicio de sesiones) por decisión propia.
Los distintos espacios del Congreso pusieron a disposición las bancas que obtuvieron en 2011. El oficialismo fue quien resultó más golpeado puesto que, si bien las diputaciones se dirimen por distrito, los casi 37 puntos que cosechó Daniel Scioli repercutieron negativamente en la conformación del cuerpo legislativo.
Sin embargo, ese no fue el único factor que impactó en Diputados. En el sistema d’hont es más importante la diferencia de votos entre partidos que el peso del porcentaje final. La elección de 2011 fue positiva para el FPV no solo por el 54 por ciento a Cristina Fernández, sino porque ningún otro partido superó el 20 por ciento los votos, lo que le permitió al oficialismo aumentar considerablemente su bancada.
A partir del 10 de diciembre, el oficialismo se quedará con 97 bancas propias y continuará siendo el bloque más grande (primera minoría en términos formales), aunque disminuyó su representación en 21 en escaños. Sin embargo la alianza electoral Cambiemos, si se proyecta al Congreso un virtual interbloque entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica podría colocarse en un empate virtual (97 a 95). De todas formas el grupo que lidera Juliana Di Tullio corre con ventaja porque cuenta con el apoyo de 17 legisladores que podrán ser calificados como aliados habituales.
El Frente Renovador Peronista, que se consolidó como la tercera fuerza a nivel nacional tras haber superado los cinco millones de votos, aumentará su representación en la cámara que hasta diciembre conduce Julián Domínguez. El bloque que responde a Sergio Massa tendrá derecho a 27 bancas. Aunque todavía falta ver cómo impacta la segunda vuelta en el comportamiento de esta bancada.
Una porción del Congreso que modificó su futura presencia en Diputados es la del interbloque Progresistas. Pagó caro el precio del denominado voto útil. Los legisladores encolumnados en Margarita Stolbizer, tras una elección menor a sus expectativas y quedar posicionados como el quinto espacio (2,50 por ciento) obtuvo una banca en la Ciudad de Buenos Aires para Victoria Donda y otra por la provincia de Buenos Aires para Sergio Bull contra las 12 que puso en juego.
La Izquierda se estableció como la cuarta fuerza nacional en los sufragios y logró que Néstor Pitrola retorne al Congreso para representar al pueblo de la provincia de Buenos Aires. De esta forma el interbloque del FIT pasó de tener 3 a 4 bancas.