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En torno al Brexit – Por Diego Pappalardo*

Indudablemente, por estas horas millones y millones de  personas que no ostentan la ciudadanía británica estamos observando, analizando y comentando el fenómeno Brexit. En nuestro caso advertimos que no tenemos intención establecer aquí un trabajo profundo y totalmente detallado del suceso histórico, dejando dicha faena para días subsiguientes y/o para otros articulistas.

Para un sector de los  que cavilan lo sucedido el jueves pasado, más de 16 millones de votantes del Reino Unido que adhirieron al Brexit  son desequilibrados mentales, fósiles, ígnaros y torpes. Pobres y aislacionistas, conspiracionistas y suicidas. Intolerantes y discriminadores. Habiendo sido  la inmensa mayoría de los «renegados” manipulados por dirigentes con apetencias políticas y eurofóbicas.

Para otro segmento, los mentados votantes se constituyeron en referencia relevante ya sea por ser paladines de los mejores valores del liberalismo clásico, contradictores de la globalidad o por tener la voluntad de abandonar la apatía y/o complicidad ante un sistema controlado por los tecnócratas y facinerosos de la UE; oposición ésta evidenciada por el instinto de supervivencia y por la conciencia identitaria.

Y, finalmente, para un tercer conglomerado de opinantes, el «Adiós UE» fue principalmente la forja de un ala de la élite financiera occidental para cumplir objetivos precisos conforme a su lógica de desarrollo dominante contando para ello con  una parte -o con toda-  de la dirigencia política del laborismo o del conservadorismo británicos, la  izquierda de salón y  hasta de  los «independentistas».

En los tres grupos que clasificamos y subdividimos contamos con amigos sinceros, siendo importante dilucidar y sentenciar que en el primer grupo dichos afectos son los cándidos que creen acríticamente todo lo que la ideología global y la gran prensa, venal y mortal -ambas fatídicas  según los intereses  del Bien Comunitario- propalan siempre en función de los dictados de la agenda mundialista. Porque por decisión propia y por protección divina en nuestra red amical no se encuentran los tartufos y  los depredativos de los Pueblos.

Bien, formulada la aclaración pertinente, proseguimos el camino que iniciamos diciendo que  más allá o más acá de absorber o rechazar apreciaciones sobre el carácter masónico y subordinante de la UE al Atlantismo; o de inteligir si es civilizatorio-democrático y pragmático separarse de la UE, creemos que  son innegables ciertos  hechos difíciles de soslayar, tales como:

Imperialismo Internacional del Dinero

Principalmente por el control financiero  que la Banca Internacional  tiene sobre el pueblo del Reino Unido y de muchos otros se da el deterioro exponencial y  significativo del circuito económico natural en paralelo con la crisis y  el colapso de las dimensiones políticas, sociales y culturales de las naciones.

Francois Morin, en coordenada geocultural diferente de la nuestra, con significativa asertividad afirma en su libro «La Hidra Mundial. El Oligopolio Bancario» la existencia de 28 bancos internacionales  que subyugan a las naciones: «La potencia real de estos 28 bancos, o sea, su capacidad para movilizar recursos financieros, es enorme: el balance global del conjunto de estos bancos es, en 2012, superior a la deuda pública de 200 Estados. Por un lado, esto muestra la potencia fenomenal de estos bancos y, por el otro, lamentablemente, la debilidad de los Estados, que están sobreendeudados. Hay pues una debilidad ante la fuerza fenomenal que está frente a ellos.»1

Desarrollando su estudio, el Profesor Emérito en Economía de la Universidad de Toulouse, agrega: «Cuando se observan los datos no quedan dudas: antes de la crisis el endeudamiento europeo era del 60 por ciento del PIB. Pero a partir de 2007, justo cuando empieza la crisis, ese endeudamiento se acrecienta brutalmente. El sobreendeudamiento actual está ligado a las causas de la crisis financiera y no al despilfarro en las finanzas públicas, como nos lo quieren hacer creer. Hoy se cree que mediante políticas presupuestarias rigurosas se va a combatir el sobreendeudamiento, pero eso es totalmente erróneo. La crisis es una consecuencia del comportamiento de los grandes bancos…»2

Dichas entidades usureras y criminales son:

JP Morgan Chase, Bank of America, Citigroup, Morgan Stanley, Goldman Sachs, Bank of New York Mekon, State Street y Wells Fargo, Barclays PLC y Standart Chartered , Grupo Crédit Agricole, BNP Paribas, Société Générale, BPCE, Mitsubishi Ufjfg, Mizuho FG y Sumitomo Mitsui FG, HSBC y el Banco de China , Barclays PLC y Standart Chartered , Santander y BBVA, UBS y Credit Suisse, Deutsches Bank, Royal Bank of Scotland, ING Bank, UniCredit Group, Nordea . 3

Aminoramiento en la  credibilidad de miembros de la política tradicional.  Ascendente descreimiento en  medios periodísticos masivos y ascendente influencia de los  defensores de la Verdad

La crisis de representatividad política y el descreimiento creciente respecto de los «comunicadores sociales de medios  masivos» se sumaron a la  pauperización y la oligopolización financiera internacional para hacerse presentes en muchísimas conciencias de los partidarios del Brexit. De igual manera, los buscadores, servidores y combatientes de la Verdad también influyeron en ellos, constituyendo como una certeza fecunda la labor que en todo el mundo  realizan miles de sitios webs, blogs y soportes en las llamadas redes sociales  denunciando la planeación de los totalitarios poseedores del Dinero.

Porque, según numerosos indicadores objetivos, muchos  de los  abrazaron el Brexit creen poco y nada en las ideas y en los patrones de conductas de la cultura oficial de la UE y en las narrativas de los mercenarios de la prensa autoproclamada independiente (liberada del pueblo, claro, pero bien dependiente del mammonismo idolátrico). Desconfían de aquellos que no comparten sus penurias y  rechazan -¡con razón!- a las clases partidocráticas, las cuales conforme a su naturaleza buscan su propio beneficio sirviendo a los Poderosos de la Tierra.4

Mayoritariamente  la militancia universitaria y lo medial regiminosos  bregaron por el Remain y, obviamente,  no pudieron evitar el resultado de la jornada consultiva del ahora mundialmente célebre  referéndum.

Hablaron y actuaron  en nombre de la Democracia y dejaron decidir a muchos y ahora se quejan de dicha medida, queriendo anular el efecto resultante.Actitud que no nos sorprende ya que es coherente con su filosofía política y su desarrollo histórico.

Probablemente se confiaron demasiado pensando que podían seguir induciendo tranquilamente a la mayoría de los votantes como regularmente lo hacen o alterar el resultado definitivo. O quizás no.

Es cierto que entre  los proponentes del Brexit estan belicistas como Michael Gove, personajes dudosos como Theresa Villiers,Gisela Stuart y otros innombrables pero ello no invalida la voluntad de un » Ahora Yo» de millones de sinceros Pro Brexit que en concordancia con miembros de otros pueblos quieren seguir transitando el cauce histórico, insubordinándose  a la Plutocracia Internacional realmente existente para  impedir el vasallaje de sus comunidades históricas y la disolución progresiva de la persona humana.

Si lacayos de las Finanzas Internacionales  y del Atlantismo quieren cooptar y dirigir la voluntad de muchos enrolados en el Brexit, pues  más  trabajo tienen los antagonistas de la globalidad.

Por lo pronto, vemos que según Bloomberg “World’s 400 Richest People Lose $127 Billion on Brexit”.5

Sea el Brexit un grito sincero y liberador, un montaje o un juego geopolítico atlantista, lo cierto es que está colaborando en el despertad de  conciencias.

Estos instantes históricos se tornan aptos para ser aprovechados por quienes estamos en la cosmovisión reafirmativa del Orden Natural y de las existencias de las Patrias y las Naciones.

Continuemos por la senda librando el Buen Combate con claridad, virilidad y fecundidad.

Diego Pappalardo

Profesor en Historia. Promotor Cultural y periodista. Colabora con sitios de política y geopolítica de España y México entre otros países; entre ellos el prestigioso Katehón: http://katehon.com/es

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