Corría octubre de 2013. La Argentina era gobernada por Cristina Fernández y hacía apenas un año dejaba el plano terrenal Néstor Kirchner. El país se preparaba para las elecciones de medio tiempo, donde Sergio Massa y el Frente Renovador saldrían victoriosos en provincia, dejando relegado a Martin Isaurralde, como candidato del, por entonces, Frente para la Victoria.
El Jefe de Campaña del actual presidente de la Cámara de Diputados era nada más y nada menos que el mismo Alberto Fernández. Que aún mantenía groseras distancias con su actual vicepresidenta y marcaba otras muy claras entre el gobierno de Néstor y el que transitaba su esposa.
En ese contexto fue entrevistado por Mario Mintz, en “La mañana del País” por Radio Splendid. Resulta interesante repasar aquella entrevista y ver, con el paso del tiempo, como algunos tópicos aún conservan actualidad y si bien los Fernández ¿limaron asperezas? y dominan la Casa Rosada (¿?) , allí surgen matices que presentan disímiles miradas y que, quizás, sirva para entender la Argentina que se viene. El país que sueña Alberto y el camino de la realidad que lo aleja de Cristina.
“Los mejores años de esta década fueron los años en que gobernó Kirchner y donde están los mejores resultados por lo menos… Entonces el gobierno, permanentemente recurre a mencionar a Kirchner, mencionar esa época porque sabe que en ella, están los mejores resultados de la gestión” resaltaba Alberto acaso sin querer haciendo futurología de lo que sería su propia gestión.
En tanto, Fernández, construía un análisis de cómo veía la gestión de CFK, que quizás hoy podría repasar para no caer en mismos errores: “Una de las características que tiene el gobierno es la de persistir en sus errores, que no es persistir en sus convicciones, realmente persisten en sus errores. Una cosa es estar convencido de que algo es bueno y otra, hacer lo que ha quedado en evidencia que no es bueno. Cuando uno persiste en hacer lo equivocado, eso no es convicción, es terquedad. Y el gobierno es muy necio en eso, se encierra en una lógica, se da cuenta de que no es buena, pero persiste en ella”.
Las Elecciones de medio tiempo, la posibilidad de que el Frente Renovador salga victorioso fue otro punto de análisis: “Cuando llegamos con Kirchner en el 2003, la verdad es que el país estaba infinitamente más incendiado que el actual, y sin embargo podemos seguir adelante. Yo creo que es un poco volver a
Su alejamiento del Kirchnerismo fue otra de la respuesta que dejó Fernández: “Yo me fui del poder cuando nadie me pedía que me vaya. Me fui por convicción. No me fui a una embajada, ni a una multinacional, me fui a ser abogado, como corresponde cuando un funcionario termina su tarea como tal. Y la verdad durante muchos años he recibido ofertas para volver a la política activa como candidato pero las rechacé porque no quise ser parte de la oposición, que a mí me parece que está muy perdida”.
Como cierre, Fernández dejaba una mirada de lo que fue, para la política, la insurrección de Francisco de Narváez, en aquellos años había ganado nada más y nada menos que a Néstor Kirchner, pero no trascendió. Fue una “estrella fugaz” en el mundo de la política.
“La política es un hecho colectivo y de Narváez fue un hecho solitario. Eso fue lo que pasó. Es la diferencia con Massa, que no solamente construye una lista de candidatos, sino que también construye un espacio político en el que confluyen Lavagna, Arroyo… podríamos hacer una lista muy larga de gente que ha tenido experiencia en gestión y puede ayudarlo en un futuro” explicaba Alberto, ¿Acaso podría ser un paralelismo con Javier Milei?….
Para NCN por Juan José Postararo