Fernando Sánchez, el «lilito» que quedó a cargo de la nueva secretaría de Fortalecimiento Institucional advirtió que «la obra pública, las transferencias a los municipios, las provincias y las organizaciones sociales y las contrataciones» son los puntos que más riesgos acarrean en cuanto a transparencia y posibles focos de corrupción; y «De lo que se trata es de que nadie se robe un peso».
El flamante funcionario dijo que estas políticas «hacen a la integridad de un Estado, porque cuando uno habla de transparencia sabe lo que es, al igual que cuando hablamos de lucha contra la corrupción». «Hacer las cosas bien y mostrarle eso a la sociedad es tener calidad moral en el ejercicio de la función pública», dijo Sánchez.
La secretaría, que depende de la Jefatura de Gabinete de Marcos Peña, se creó a través del Boletín Oficial y tiene como objetivos «asistir al Jefe de Gabinete de Ministros en el diseño, desarrollo e implementación de políticas públicas que fortalezcan la integridad en la función pública y prevengan la corrupción», también analizar y monitorear dichas políticas y «evaluar y consolidar la información originada en las jurisdicciones cuyas competencias se encuentran vinculadas con los sistemas de control del sector público nacional».
Finalmente dijo que cada funcionario «debe servir para lo que fue contratado» y que si se producen casos de corrupción «debe existir mecanismos que hagan que esa persona no esté más».