La secretaría administrativa de la Cámara de diputados esta a cargo desde el comienzo de la designación a Emilio Monzo , pronto a cumplir los cuatro años de gestión-y por primera vez- de una mujer.
Resulta extraño pero no desacertado, que en un organismo tan burocrático como es la administración de la Cámara , una mendocina de 33 años, ingeniera, haya tomado la batuta de un ente que tiene como fin garantizar el correcto funcionamiento de la Cámara de Diputados de la Nación y asegurar una administración responsable de los recursos públicos.
Un cargo histórico que responde,subordinada directamente a la presidencia. Su designación fue dada a sugerencia del mismo presidente y aceptada por el plenario de la cámara en el recinto cuando fue la sesión preparatoria realizada todos los años con el comienzo
Florencia Romano, secretaria administrativa de la HCDN, llegó al Congreso de la mano de Emilio Monzó, y aunque este año se despide de su actividad en el parlamento, aseguró que durante su gestión pudieron, sobre todo, diseñar un plan estratégico (2017-2020) que tuvo como fin definir «hacia donde ir».
Respecto al cuidado de los recursos públicos, y en entrevista con NCN, se le cuestionó a Romano sobre la cantidad de empleados que alberga diputados, que comparado con años pasados parece haber ido en ascenso.
«Son 237 diputados y a la fecha tenemos casi 4800 plantas. Nosotros recibimos la cámara en 2015 con 6022 empleados y hoy tenemos esa cantidad, es decir, quebramos 12 años de aumento sostenido, hoy la cámara tiene la misma cantidad de trabajadores que en 2007, que básicamente se logró con el control de presentismo y además empezamos a jubilar personas», detalló Romano.
«Creo que fue una política que tuvo que ver con el Presidente de la cámara y de los distintos bloques», agregó la secretaria.
«Para mí la fórmula que tiene la Cámara para que pueda seguir reduciendo, es empezar a tener consciencia de que algunas personas son transitorias«, consideró.
Resulta paradójico que todos los Gobiernos que pasan por la Argentina hablan de austeridad, con una cantidad exagerada de empleados que alberga el Congreso nacional, y por ende, lo que buscó esta gestión fue reducir ese insólito número. En ese contexto, Romano agregó que otra de las diferencias que existe ahora en la secretaria que desempeña, -y contrario a la sombra de los famosos ‘ñoquis’ del Estado- es que «los empleados saben para qué están y tienen tareas específicas y se logró con este plan estratégico de hacia donde ir que nunca se había hecho en la secretaría», dijo.
«Cada persona sabe para que está y el que te dice que no sabe es porque no quiere saber, más allá de nosotros armar este plan que antes no existía, creamos la oficina de comunicación interna y pueden
En esa línea, desde la secretaria aseguraron que uno de sus grandes desafíos fue durante estos años de gestión: promover la transparencia y agilizar los procesos burocráticos, y que llevaron adelante el cumplimento de estos objetivos con «Ordenamiento, digitalización y acceso a la información, mejoramiento de la infraestructura tecnológica, identificación y mejora de procesos y procedimientos y sistematización de procesos y procedimientos», explicaron.
En ese sentido, Romano detalló que «todo eso fue lo que logramos crear y somos únicos en el mundo… Ahora nos sentimos útiles -los empleados y nosotros-, y nos los hacen saber además. Obvio que todos los cargos eran importantes, pero cuando no tenías antes una tarea concreta y no sos parte de un equipo te sentís como que estás improductivo«.
«Recibimos una Cámara que para poder cumplir presiones presupuestarias, debíamos cumplir déficit cero y a lo largo de estos 4 años nos dieron cada vez menos presupuesto, tuvimos que reordenarnos y sistemarizarnos y tener un norte claro para saber para donde íbamos, que eso nos permite trabajar grandes ahorros; Cuando empezamos uno de los escollos era la cultura que se desarrollaba dentro de la institución. Los empleados del congreso quieren a este lugar como a su propia casa.Tienen un alto grado de pertenencia y sobretodo, un gran respeto por sus autoridades. Pensemos que yo no vengo de la política y ligado a mi juventud generaba en un principio ciertas desconfianzas, frases como «cuando ud,. nacía yo ya trabaja en el congreso » eran de lo mas frecuente, alegó la secretaria.
Y siguió: «el valor agregado que estamos dejando a la Cámara, más allá de un ahorro concreto y de un orden administrativo y de sistematizar y reglamentar muchas cosas que no estaban reglamentadas, creo es que hubo una gestión de cambio y armamos un equipo en serio», puntualizó.
NCN le pregunto si ¿creó esta estructura para quedarse a cargo ahora que termina su mandato ?
Romano respondió con firmeza » de ninguna manera, creo que cuando uno termina el objetivo de una función debe alejarse del cargo y de sus resultados. no es bueno el exceso de permanencia en un lugar.
Cuando finalizo la entrevista salimos juntos del despacho. Al ver la relación con los empleados de la cámara podemos afirmar que la Ingeniera Florencia Romano abrió un camino , en la historia de la mujer y la Cámara de diputados.