El senador mantuvo una audiencia privada con el presidente de la Nación, donde analizaron la situación de crisis que atraviesa la industria, y que pone en riesgo más de 2.000 puestos de trabajo.
El senador de la Nación, Guillermo Pereyra, se reunió ayer por la mañana con el presidente Mauricio Macri, para analizar la delicada situación que atraviesa el sector petrolero, donde se encuentran en riesgo más de 2.000 puestos de trabajo. “Necesitamos mucha prudencia, creatividad e inteligencia para evitar los despidos”, afirmó Guillermo Pereyra.
El también secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, explicó que las empresas piensan bajar en la próxima semana alrededor de 10 equipos, “lo que dejaría más de 1.200 compañeros sin trabajo”, sumados a los 400 que ya se encuentran en esa situación.
La reunión con el presidente Macri se realizó en la residencia de Olivos, donde Pereyra transmitió al primer mandatario la “profunda preocupación” de los trabajadores, “que ven cómo se siguen bajando equipos y mandando a los compañeros a sus casas”. Además de “la presión de las empresas, y las jubilaciones anticipadas, siguen alimentando el fantasma de los despidos”.
Por su parte, el presidente Macri se comprometió ante el senador, a ponerse a la cabeza de una mesa de trabajo con las empresas, los sindicatos y los demás sectores afectados por la situación. Asimismo aseguró que estudiará en forma conjunta los puntos de coincidencia que permitan preservar los intereses de todos los sectores afectados; en especial la preservación de los puestos de trabajo. En éste sentido Pereyra sostuvo que se acordó analizar la situación de cada actor de la industria al regreso del viaje que realizará el primer mandatario argentino a China, «y que en ese momento, se estudiará la readecuación de tareas dentro del rubro, para evitar despidos y preservar la labor de nuestros 26.000 trabajadores afiliados”. “Aunque entendemos -señaló- que el bajísimo precio internacional del crudo, resta rentabilidad a las empresas; y que el rechazo judicial a la adecuación de las tarifas del gas está impidiendo la llegada de inversiones en el sector». Sobre el tema de las tarifas residenciales el senador neuquino señaló que «los ajustes necesarios deben ser paulatinos, graduales y segmentados, para proteger a los que menos tienen y contener a los trabajadores». «Es injusto -agregó Pereyra- que el gas que se utiliza para calefaccionar las piscinas de los barrios privados salga más barato, que el envasado que se usa para cocinar en la humilde vivienda de una familias numerosa”, concluyó el senador.