Historia del “Día de la Soberanía”
El término “Día de la Soberanía” fue acuñado por el eminente profesor revisionista José María Rosa y se estampó por primera vez, haciendo su aparición pública, el 20 de noviembre de 1950 durante la presidencia del General Perón. Si bien el Gobierno de Perón no se había manifestado abiertamente a favor del revisionismo, no dejaba de ser permisivo con ciertas manifestaciones de este signo. Así es que, según el propio José María Rosa, el gobierno permitía pegar afiches a favor del Restaurador de las Leyes, cosa no fue posible hacer una vez derrocado el peronismo.
Asimismo, la batalla de Obligado fue conmemorada oficialmente por primera vez, el 20 de noviembre de 1953, por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Aloé quien expresó en su discurso: “este es el homenaje que el General Perón rinde a los héroes que murieron por la defensa de la soberanía nacional”.
En 1954 se creó la “Organización popular por la repatriación de los restos del General Rosas”, presidida por José María Rosa y Ernesto Palacio. Ambos de destacada actuación dentro del movimiento nacional justicialista. El primero de ellos, fue embajador de Perón en su tercera presidencia; primero en Paraguay y luego en Grecia. En tanto que Ernesto Palacio fue legislador en el período 1946-52.
A pedido y sugerencia del historiador José María Rosa y por medio de la Ley Nº 20.770, se instauró el 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional, en conmemoración de la batalla de Vuelta de Obligado.
El primer festejo “oficial” por el Día de la Soberanía tuvo lugar el 20 de noviembre de 1973, en la Provincia de Buenos Aires, con Perón como Presidente y Bidegain como Gobernador. Hasta allí se acercó el por entonces Ministro del Interior, Benito Llambí, y en el acto multitudinario expresó: “Obligado y su mensaje no son pasado, son también presente y porvenir inmediato. Las constantes históricas siguen operando en toda su fuerza. Nuevos modos y métodos más sofisticados han sustituido a los antiguos procedimientos de colonización. La balcanización y los propósitos de sometimiento, tienen vigencia latinoamericana. También la tienen su integración y su independencia. Las banderas de Obligado permanecen como nuestras banderas. Son las banderas que han regresado al gobierno, con el Teniente General Juan Perón. El, desde su alta condición de conductor del pueblo argentino, y de abanderado de las naciones del Tercer Mundo, ha señalado con sintética objetividad la tarea a encarar: el año 2000 verá una América Latina unida o sometida. Estas es nuestra tarea. Esta es la tarea argentina. Y la tarea latinoamericana. Este es el estilo de vida que se desprende de la batalla de la Vuelta de Obligado. Esto es lo que no está impuesto por las escalas de valores, que reconocemos como herencia de un pasado del que nos sentimos orgullosos, y que son las únicas que han de asegurarnos el porvenir, del que puedan enorgullecerse nuestros nietos”.
La ley 20769 sobre la Repatriación de los restos del Brigadier General Don Juan de Rosas tuvo un proyecto primitivo, presentado por el senador Cornejo Linares. Este fue considerado y aprobado por el Senado en la sesión del 14 de noviembre de 1973, pero sufrió modificaciones en la Cámara de Diputados, que lo aprobó modificado. El senador salteño fundamentó su proyecto diciendo: “(..) Y este año de 1973 no puede pasar sin que el Honorable Congreso de la Nación rinda el homenaje sencillo y sentido de recordación ala pueblo que, expresado por sus milicias armadas en el ejército nacional de la Confederación Argentina, defendió, fiel a su juramento de “hasta que la muerte nos separe de la lucha”, nuestra soberanía nacional el 20 de noviembre de 1845, amenazada por la escuadra anglo-francesa respaldada por corsarios que, como Garibaldi, mercenario por vil metal, asolaban las costas del Río de la Plata en procura de derrocar al Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas, a cargo de las relaciones exteriores de la Confederación y prohombre de esta lucha por la soberanía (…)”
“ (…) Las baterías de Obligado resonaron por el mundo entero demostrando que los argentinos, pocos o muchos, sin contar los elementos, no se dejarían avasallar impunemente.
No por nada es que el pueblo, con su natural intuición patriótica, hace ya mucho identifica los grandes destinos de la patria con la invocación de nuestros cuatro grandes caudillos nacionales: San Martín, Rosas, Irigoyen y Perón”.
“(…) A un Estado no le basta con la declaración de su independencia y el reconocimiento por los demás Estados de la tierra para ser una nacionalidad. Necesita que se lo respete en el pleno uso de sus derechos interiores y exteriores. Es decir, necesita hacer valer su soberanía.
Ninguna afirmación en este sentido existe en nuestra historia patria que tenga más fuerza y elocuencia que la de la heroica batalla de la Vuelta de Obligado. De allí que, con el presente proyecto de ley declarando fiesta nacional su aniversario, busquemos prolongar esta afirmación de soberanía en el tiempo, para ejemplo permanente de las nuevas generaciones argentinas”.
Vuelto a tratar el tema en el Senado, fue aprobado en la sesión del 25/26 de septiembre de 1974. La diferencia del proyecto original, a la revisión que fue tratada; se encontraba en que la última no declaraba el 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional. Ello motivó otro proyecto de ley, presentado por el diputado Gallo, que fue tratado y aprobado a continuación de la sanción de la Repatriación de los Restos del Restaurador. De esta manera, en la sesión del 25/26 de septiembre de 1974, se aprobaron las leyes:
– 20.769, que disponía: Art. 1: Dispónese la repatriación de los restos del ex gobernador de Buenos Aires y encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina, Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas. Art. 2: Créase una Comisión Nacional que arbitrará todas las medidas conducentes para la inmediata ejecución de esta ley. Presidirá dicha Comisión el titular del Poder Ejecutivo, quedando, éste facultado para fijar su composición y funcionamiento, y organizar y rendir los homenajes y honores correspondientes a los cargos desempeñados por el Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas. Esta Comisión procurará cumplir su cometido el día 20 de noviembre, aniversario de la Vuelta de Obligado. Art. 3: Los gastos que demande el cumplimiento de la presente ley, se imputarán a Rentas Generales. Art. 4: Comuníquese, etc.
– 20.770, que disponía: Día de la Soberanía. Declaración el 20 de noviembre de cada año en conmemoración del Combate de la Vuelta de Obligado, librado el 20 de noviembre de 1845. (Sanción: 26 de septiembre 1974; promulgación: 3 octubre 1974; publicación: B.O. 16/10/74).
Como quedó demostrado en el presente artículo, el anhelo de insertar el “día de la soberanía” en el calendario nacional, como día festivo, data de varios años.
En consonancia con este deseo, el actual gobierno, a través del decreto número 1584/2010 estableció el 20 de noviembre como feriado nacional.
*FEDERICO GASTON ADDISI es dirigente justicialista (historiador y escritor), director de Cultura de la Fundación Rucci en CGT, miembro del Instituto de Revisionismo Historico J. M. de Rosas, miembro del Instituto de Filosofía INFIP, diplomado en Antropología Cristiana (FASTA) y diplomado en Relaciones Internaciones (UAI).